Nuestro problema podrí­a ser nada más de percepción


 Polí­ticamente a mí­ no me duele lo que sucede en Guatemala, que va, me gusta, porque estoy seguro que aunque aprendemos  despacio, estamos aprendiendo, la educación buena es cara. Guatemala aún esta saliendo del letargo de los últimos 50 años.

Byron Quezada, L12-18124

No es deseos de degradar a nadie. La evidencia está frente a nosotros, la vemos en las calles, nos está viendo a la cara como lo hacen los acontecimientos que nos retrasaron cultural, polí­tica, económica e Intelectualmente, este último fue lo más devastador, exterminaron nuestro presente y hoy  estamos pagando y sufriendo por ello.  

Lo que veo, no es producto de gente inteligente, con amor por Guatemala y deseos de superación. Lo que veo es la ambición y el deseo personal de mantener un sistema de gobierno que hace ricos a pocos y mata de frustración a la mayorí­a. O la nauseabunda pelea de ideales separatistas.  Lo más triste y devastador es que hay gente que está dispuesta a matar o morir por mantenerlos. 

Esto me lleva a pensar que nuestro problema es uno de percepción. Los ideólogos de derecha o izquierda, perciben que mientras se enarbole la bandera del nacionalismo, está correcto morir o matar para engrandecer otras potencias. Otros percibimos que robar, matar y ser criminal es correcto, mientras no se le robe a la gente en sus casas o en la calle. Que si le robamos al gobierno, está justificado porque éste es también ladrón y nos cobra los impuestos que al final terminan en otras bolsas. 

Percibimos que la gente polí­tica y religiosamente aún es muy fácil de manipular e indecentemente lo intentamos y lo logramos, terminamos con el apoyo de  grandes cantidades de gente que no saben que lo único que están haciendo es cambiar de ladrones, que mientras no trabajen en cambiar el sistema esa será la historia. 

Percibimos que el gobierno nos da el poder que necesitamos para lograr nuestros propósitos, al final lo usamos y terminamos abusando de éste, sin que nadie  intente pararnos, porque si lo hacen, hay serviles que se pueden convertir en sicarios en un abrir y cerrar de ojos. Estos perciben que si has sido bueno con él, es lo menos que puede hacer por ti. Guatemala, yo calculo que le quedan por lo menos unos 15 a 20 años de lo mismo. Nuestros hijos son inteligentes, aprenden rápido y tienen la capacidad de recordar, algo que nosotros perdimos. Estos eventualmente encontrarán una universidad donde les enseñen el arte y la ciencia de la polí­tica. SIN participación partidista actual. En la actualidad puedo tristemente observar que los partidos polí­ticos han establecido astilleros. Digo lamentablemente, porque el producto será de la misma calidad que los maestros que tienen ahora. 

Me duele lo que mi gente tiene que pagar por la percepción equivocada de unos y la falta fe interés de corregir de otros. Me indigna que insulten nuestra inteligencia y me digan que el crimen es falta de este gobierno, cuando los que deberí­an de ser drásticamente castigados son todos los presidentes desde la firma de la paz, hasta nuestros dí­as. Lo que más me duele es que la gente que está y estuvo dispuesta a morir y a matar por un ideal, se esconde detrás de los mismos barrotes donde se esconden los que una vez fueron sus defendidos. Â