Nuestro Himno Nacional es marcial


Todos los dí­as a las seis de la mañana y a las seis de la tarde, como el íngelus, en la Radiodifusora FM Globo, se transmite una grabación de nuestro Himno Nacional, lo cual constituye un aporte para incrementar el sentimiento cí­vico tan venido a menos en estos tiempos de la transculturización.

José Antonio Garcí­a Urrea

Ahora bien, sin ánimo de criticar sino de hacer una observación al respecto, y para que ese momento cí­vico diario cobre mayor realce y cumpla a cabalidad su cometido, sugiero que se haga una nueva grabación en la cual nuestro Himno Nacional se interprete con la música en la forma en que fue compuesta por el maestro Rafael ílvarez Ovalle, es decir, majestuoso y marcial, como es todo Himno, inclusive los religiosos.

En la forma en la que está interpretado el Himno es sentimental y le resta la gallardí­a que tiene su música. Tuve la fortuna de conocer y platicar con el maestro ílvarez, por allá por los principios de los años 40″s, y me decí­a que el Himno deberí­a ser interpretado en su tiempo justo, ni lento ni de prisa.

Nuestro Himno Nacional es uno de los más bellos, a nivel internacional está clasificado entre los diez primeros. Investigué alrededor de sus orí­genes, aparte de las interioridades que me relató don Rafael, y respondiendo a lo que me decí­a: «hacé algo por Guatemala patojo», y golpeaba el piso con su bastón, dispuse escribir una obra de teatro (soy dramaturgo), es a la fecha, supongo, Guatemala el único paí­s que tiene la historia de su Himno Nacional teatralizado. La obra se estrenó en el Teatro de Bellas Artes, en 1,996 para su primer centenario, con fondos provenientes de un préstamo privado pues no se contó con apoyo gubernativo ni comercial. Desde entonces no se ha llevado a escena otra vez.

Nuestro Himno Nacional en su música y letra fue decretado por Acuerdo Gubernativo del entonces Presidente de la República, general José Marí­a Reyna Barrios en 1896, en su despacho, sito en la casa de la 9a. calle y 11 avenida, hoy zona 1, Centro Histórico, cuyo segundo piso fue derribado por el terremoto de febrero de 1,976. La música fue impugnada varias veces por músicos «elegantes» de esa época, pues no estaban de acuerdo que un indito de Comalapa los superara. Datos históricos. El Himno pues, debe de ser interpretado musicalmente y cantado en su forma original.

Existe un decreto del actual Congreso de la República en el que dice: «Decreta: Artí­culo 1o. «que por ningún motivo Instituciones del Estado, privadas o personas jurí­dicas o particulares se abroguen el derecho de alterar el contexto musical o poético del Himno Nacional de Guatemala».

Como digo al principio de esta butaca, tales observaciones, enmarcadas dentro de lo legal, tienen por objetivo que la Radiodifusora FM Globo, le dé mayor realce a ese momento cí­vico, pues es la única que lo hace, y es más, debiera tener un reconocimiento oficial durante las celebraciones patrias de independencia el mes entrante.