Su pluma siempre estuvo al servicio de la Nación, ya para censurar u orientar las administraciones que muchas veces son de nula visión, fue polí­tico de éxito en el Congreso Nacional y dirigente de varias entidades de la economí­a nacional, donde siempre impuso y dejó huella de honradez y servicio.

Su legado, un semillero de periodistas que como él miran hacia el futuro, con el optimismo de construir un futuro mejor para los guatemaltecos, hoy heridos por la violencia y la impunidad, ésta que se ha enquistado en los entes gobiernistas.

Don Oscar Marroquí­n Milla, seguro dirijo a nuestro señor JESUCRISTO al llegar al Edén Espiritual «misión cumplida Señor».- Su paso por esta esfera terrestre, deja un ejemplo de enseñanza del deber, a las Juventudes y generaciones venideras.

La historia recoge, todos esos valiosos mensajes en los editoriales del Diario La Hora, un periódico radical que no pierde su equilibrio, pues su misión es decir la verdad y tratar de evitar los abismos de desprestigios en que muchas veces caen los gobiernos de turno el que escucha, lee y asimila es un hombre sabio.

Descanse en paz don Oscar Marroquí­n Milla, insigne patriota luchador por la libertad de la prensa nacional y más allá de nuestras fronteras.

A sus hijos, nietos y demás familia, cristiana resignación, pues todos transitaremos por ese camino de la muerte.- La Hora y el pueblo Guatemalteco está de luto.