La Galería Rozas Botrán presenta a Norlan Santana, pintor nicaragüense nacido en 1977, quien encontró en la abstracción el medio idóneo para expresarse y a la vez seducir al espectador. Es muralista, fotógrafo, escultor y pintor, de formación esencialmente autodidacta y de actividad prolífica, contrastes entre el brillo y la opacidad.
Sus formatos van desde miniaturas hasta murales de 10 x 4 metros, en los que su preocupación por el uso de materiales de buena calidad: lienzos 100% algodón y pigmentos de marca, “enuncia su respeto por el pasado, su conocimiento de la historia del arte y su conciencia por la preservación de la obra en el tiempo”.
La obra de Santana es en sí una descripción muy propia del mundo real/surreal en que vivimos cada día. Como entre la vigilia y el sueño nos invita a descubrir universos que se combinan, se entrelazan y se apartan.
Ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas, con su trabajo, cargado de pasión y contrastes, que se encuentra en países como España, Alemania, Estados Unidos y Canadá.
OTRA EXPOSICIÓN
La Galería Rozas Botrán presenta dos series del maestro Johannes Boekhoudt: Street Sentimentum y 6 Julietas para un Romeo. Boekhoudt es de origen antillano, de Bonaire, una isla que es parte del reinado de Holanda. Vive en Costa Rica desde hace varios años. Sus trabajos exhiben una marcada corriente abstracta.
Como artista autodidacta ha recorrido el mundo. Desde joven sus dibujos a lápiz fueron su pasión. Un tiempo se dedicó a hacer retratos. Al evolucionar, se convirtió en un artista expresionista y así fue adoptando totalmente la abstracción.
En entrevistas ha manifestado que sus obras buscan transformar a la comunidad, ya que en nuestras sociedades, muchas veces, por el convivir diario, se nos olvidan ciertas cosas que nos están sucediendo. “Por ejemplo, la violencia doméstica, la trata de niños y niñas o las violaciones en contra de nuestros derechos humanos… en la prensa lo dicen y yo lo pinto, para que perdure por siempre.”
Cuando de obra urbana se trata, es mucho mejor que sea digerida individualmente, omitiendo así, textos largos que no conllevan a nada. Pocas palabras para una buena apreciación artística.