Corea del Norte advirtió el sábado al comandante estadounidense de mayor rango en Corea del Sur sobre una «destrucción miserable» si las fuerzas militares de Estados Unidos continúan con sus ejercicios conjuntos con Corea del Sur agendados para iniciar el próximo mes.
Pak Rim Su, jefe de la delegación militar norcoreana ante la villa de tregua de Panmunjom dentro de la Zona Desmilitarizada, envió la advertencia el sábado por la mañana al general James Thurman, dijo la estatal Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA por sus iniciales en inglés), en un inusual mensaje directo al comandante estadounidense.
La amenaza ocurrió en momentos en que Estados Unidos y otras naciones discuten cómo castigar a Corea del Norte por realizar una prueba nuclear subterránea el 12 de febrero, desafiando resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohibiendo a Pyongyang realizar actividad nuclear y de misiles.
Corea del Norte calificó la prueba nuclear, su tercera desde 2006, como un acto defensivo contra la agresión estadounidense. Pyongyang acusa a Washington de «hostilidad» por encabezar el ataque para castigar a Corea del Norte por un lanzamiento de cohete en diciembre que Estados Unidos considera una prueba de misiles encubierta.
Estados Unidos y Corea del Norte pelearon en lados opuestos en la Guerra Coreana de tres años que terminó en una tregua en 1953, no con un tratado de paz, y dejó dividida a la Península Coreana por una frontera fuertemente fortificada que es monitoreada por el Comando de la Organización de Naci9ones Unidas encabezado por Estados Unidos.
Washington tiene además emplazados 28.500 soldados en Corea del Sur para proteger a su aliado contra la agresión de Corea del Norte.
Corea del Sur y Estados Unidos realizan regularmente ejercicios militares conjuntos, como los denominados Key Resolve y Foal Eagle, agendados para el próximo mes. Corea del Norte califica los ejercicios como prueba de la hostilidad de Estados Unidos, y acusa a Washington ensayar para una invasión.
«Usted debe tener en mente que aquellos que inician una guerra están destinados a encontrar una destrucción miserable», reportó KCNA citando a Pak diciendo lo anterior en su mensaje a Thurman. Calificó los ejercicios militares como «imprudentes».
El líder norcoreano Kim Jong Un, entre tanto, han estado realizando una ronda de visitas a unidades militares conduciendo a tropas en entrenamientos y ejercicios desde la prueba nuclear, agregó KCNA.
Condenan prueba nuclear
El presidente Barack Obama y el nuevo primer ministro japonés Shinzo Abe coincidieron el viernes en que las recientes provocaciones nucleares de Corea del Norte no serán toleradas y se comprometieron a buscar medidas más severas contra la aislada nación.
Luego de una reunión en la Oficina Oval, Obama dijo que él y Abe estaban juntos en su «determinación por imponer medidas estrictas» en respuesta a un lanzamiento de prueba realizado por Corea del Norte como parte de su programa nuclear, a principios de mes.
Abe dijo que ambos líderes han acordado actuar «firmemente» contra Norcorea.
«Simplemente no podemos tolerar las acciones de Corea del Norte, tales como lanzamientos de misiles y la realización de pruebas nucleares», dijo Abe, que agregó que ambos líderes también coincidieron en ejercer presión en busca de sanciones más severas del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Pyongyang.
Obama recibió el viernes a Abe en la Casa Blanca con el propósito de reforzar su crucial alianza en momentos de tensión por una disputa territorial sino-nipona y la prueba nuclear de Corea del Norte.
Abe es nacionalista y partidario de sostener relaciones más estrechas con Washington, las cuales han tomado mayor importancia debido a la disputa con China por el control de islas desocupadas en el mar rico en recursos entre ambos países.
El jefe del gobierno japonés se reunió con Obama y el vicepresidente Joe Biden, con quienes almorzó.
Abe, que llegó el jueves por la tarde y partirá el sábado temprano, ansiaba esta reunión desde que volvió al poder después de una convincente victoria electoral en diciembre para su segundo término como primer ministro. En el 2007 renunció por motivos de salud después de gobernar solamente un año.
La sociedad estadounidense con Japón, donde hay estacionados 50.000 soldados norteamericanos, es sólida y constituye uno de los fundamentos de la política asiática de Washington, aunque establecer una relación personal entre los líderes no ha sido fácil. Mientras Japón lidia con sus prolongados problemas económicos, ha habido varios primeros ministros: Abe es el quinto desde que asumió Obama.
Las medidas de mercado de Abe para estimular la economía nipona han suscitado esperanzas de una recuperación.
Estados Unidos tantea las intenciones de Tokio para sumarse a las negociaciones de la Sociedad Transpacífica, un pacto de libre comercio promovido por Washington. A ese pacto se opone la mayoría en el partido de Abe y el grupo agrícola políticamente poderoso, por lo menos hasta las elecciones de julio para la cámara alta.
Joe Hinrichs, presidente de Ford Motor Co. para las Américas, dijo que debería pedirse a Abe que abra los mercados automotores japoneses, ya que solamente un 4% de los automóviles vendidos allí son fabricados por compañías extranjeras.
«Esperamos que el gobierno de Estados Unidos transmita un mensaje claro de que cualquier política comercial futura con Japón debe asegurar un plano de igualdad y no sobrevenir a expensa de los trabajadores estadounidenses», afirmó el sábado.