Ileana Alamilla, abogada, notaria, periodista y directora de la agencia Cerigua, realiza el cambio de la Rosa de la Paz y es reconocida como Mensajera de la Paz.
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La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), por sus méritos en el campo de la comunicación, información y la defensa del derecho a la libertad de expresión, propuso al Ministerio de Cultura y Deportes a la M.A. Ileana Alamilla, abogada, notaria, periodista y directora de la agencia Cerigua, para realizar el cambio de la Rosa de la Paz y reconocerla como Mensajera de la Paz.
Ella fue una de las tres mujeres que en los últimos 50 años ha presidido la APG, durante el período 2005-2006 y, en otras dos ocasiones, la Comisión de Libertad de Expresión; también se ha destacado por acompañar casos de periodistas y corresponsales departamentales amenazados o censurados y llamar a la solidaridad internacional.
Ha impulsado proyectos como el Observatorio de los Periodistas de la Agencia Cerigua, la que ha dirigido por 28 años. Desde esta institución fue la única periodista que cubrió cada una de las reuniones durante el proceso de negociación de los Acuerdos de Paz.
La señora expresidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala, Ileana Alamilla, nació en la ciudad de Guatemala a mediados del siglo XX, cuando aún este país vivía la Primavera de la Revolución.
Sus años de estudiante universitaria en la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, transcurrieron justo en medio de una vorágine de luchas sociales y respuestas represivas por parte del Estado, que en esa época era contrainsurgente.
Su contacto con profesores universitarios comprometidos con las causas populares y con dirigentes estudiantiles de similar orientación ideológica, fue construyéndole una sensibilidad ante los problemas sociales que poco a poco la empujo a identificarse con las causas populares y revolucionarias de este país.
La represión rodeó su entorno familiar, y como muchos guatemaltecos visionarios debió salir del país por 19 años durante esa época, primero a Costa Rica, luego a Nicaragua, El Salvador y México; fundó, dirigió y desarrolló la agencia de noticias Cerigua, cuyo propósito fue mantener y romper el cerco de aislamiento internacional que se empeñaba en mantener invisibilizado el conflicto armado interno guatemalteco, ignorando las luchas sociales y políticas que acá en este país, que algún día fue de la Eterna Primavera, se libraban.
Bajo su dirección, Cerigua rompió ese cerco, no solo hacia el extranjero sino que también logró ver irradiados en la Prensa nacional los reflejos de ese titánico esfuerzo por dar a conocer al mundo las voces de quienes no tenían voz, porque eran silenciados con el terror, la muerte y en muchos casos, todos esos crímenes a la fecha están impunes.