Noche Vieja, Año Nuevo Tradiciones guatemaltecas


Nacimiento al pie de un árbol de Navidad con el Niño Dios sentado y vestido para las celebraciones de la Noche Vieja en Guatemala. (Fotografí­a: Guillermo Vásquez González, 2008)

Eduardo Dí­az Reyna

Universidad de San Carlos de Guatemala

En Guatemala, como en todas las naciones del mundo, la despedida del Año Viejo y la bienvenida al Nuevo Año suele ser un acontecimiento muy emotivo en la familia o en la comunidad. Para la Noche Vieja se crea un ambiente muy especial y que, además de tener su carácter festivo, también suele tener un color claramente cristiano.


Las fiestas de Nochebuena y Año Nuevo se celebran desde el siglo XVI con pólvora, cohetillos y distintos juegos pirotécnicos durante las horas canónicas. Venta de cohetes en el mercado de la Antigua Guatemala. (Fotografí­a: Guillermo Vásquez González, 2008)Las fiestas de fin de año se celebraran en Guatemala entre pólvora, rezos, frutas secas, manzanas y uvas. A partir del siglo XIX, las uvas cobran particular aprecio para las fiestas de fin de año. La población acude a las ventas del mercado de La Antigua Guatemala para adquirir las doce uvas de la suerte. (Fotografí­a: Guillermo Vásquez González, 2008)

Aparte de que se participe en la tarde o en la Noche Vieja de la Eucaristí­a (algunos grupos organizan esta noche una obra de adoración al Santí­simo Sacramento), lo que describimos a continuación son algunas de las tradiciones familiares y que trascienden muchas veces de lo religioso a costumbres que se han guardado de generación en generación.

En primer lugar, queremos mencionar la Acción de Gracias que J. Aldazábal ha preparado para el año que acaba:

«Señor nuestro, Padre que estás en el cielo. Nos hemos reunido aquí­, momentos antes de terminar este año y empezar el nuevo. Queremos darte gracias por tantas cosas buenas que han sucedido este año: para la humanidad, para la Iglesia, para nuestro paí­s, para nuestra familia, para cada uno de nosotros. Sabemos que estamos en tus manos de Padre y te lo agradecemos» (se pueden enumerar acontecimientos del año).

Esta oración puede estar a cargo del padre o de la madre.

Para el Año Nuevo se pronuncia la siguiente oración:

«También, Padre, te queremos pedir que el año entrante nos sigas ayudando. Que bendigas a toda la humanidad, y en concreto a nuestra familia.

Para que todos vivamos en paz y sepamos progresar en los aspectos materiales y en los espirituales, viviendo según tu voluntad.»

Todos rezan con devoción el Padrenuestro, el Avemarí­a y el Gloria.

Esta oración puede ser dicha por un miembro de la familia.

Pero el anuncio de las fiestas de fin de año también se caracteriza por muchas costumbres y hechos que se practican desde viejos tiempos y que vuelven a cobrar plena vigencia en cada fiesta del primer dí­a del Año Nuevo. En la tradición guatemalteca, y nos imaginamos en muchos paí­ses de habla hispana, las costumbres o el ritual para recibir al Año Nuevo son tantos como pudo ocurrí­rsele a quienes en un momento dado crearon estos ritos que también le dan cierta caracterí­stica de familiaridad y de superstición a la Noche Vieja.

Cuando las doce campanadas, que apenas duran en el tiempo, cada uno de los miembros de la familia decide cuál es el ritual que más se acomoda a su sentir personal. A continuación referimos algunas de estas costumbres que hemos localizado y que seguramente se repiten en nuestro continente:

Doce monedas. Debemos hacer un paquetito de monedas de la misma denominación y dejarlo serenar la noche del cambio de año, así­ llamamos la buena suerte en las finanzas y en los negocios. Hay quienes también se guardan unas monedas en los zapatos.

Sentarse y volverse a parar. Hacerlo repetidas veces al ritmo de cada campanada atrae el matrimonio; este ritual es muy socorrido entre los solteros.

El niño y el anciano. La persona de mayor edad de la familia debe prender una vela delgada cinco minutos antes de las 12 y decir: «Gracias Señor por este año. Que lo bueno se repita y lo malo no vuelva». Luego el más pequeño

o sus padres deben encender una vela gruesa y decir: «Gracias Señor por el año que comienza. Te pido felicidad para el universo».

El abrazo de Feliz Año. Cuando faltan apenas unos segundos para las 12 y el año termina, aprovechamos para abrazar a nuestros seres queridos y desearles con ello lo mejor para el año que inicia.

Las maletas. Sacar las maletas a la puerta de la casa para tener muchos viajes durante el año que comienza. Hay quienes entran y salen tres veces cargando el equipaje y el efecto será mejor si damos con ellas la vuelta a la manzana.

La ropa al revés. Procure que sea la interior, por aquello de las burlas; esto atraerá la buena suerte.

Cajita con un quetzal. Esto le ayudará a conservar su trabajo o hará prosperar su negocio. Debe poner el billete doblado con gran cuidado dentro de una cajita adornada.

Pulseras de colores. Regale pulseras de colores a sus amigos y familiares; los tonos dorado, rojo, blanco, azul y rosa representan los rayos del amor, la fuerza, la prosperidad y la pureza, respectivamente. Con ello estará deseándoles lo mejor en el año que inicia.

El brindis. Chocamos nuestras copas de vino y con ello sellamos sentimientos. En cada sorbo, 12 de preferencia, pedimos un deseo para el año que comienza.

Comer lentejas o arroz. Una cucharada nos propiciará abundancia y prosperidad. En algunas familias se acostumbra repartir semillas en las manos de los presentes o lanzarlas al cielo para atraer la abundancia.

Encender veladoras. Encender velas de color azul traerá paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad y las anaranjadas, inteligencia. Muchos llevan a bendecir 12 veladoras blancas, las cuales se encienden el primer dí­a del año por un minuto, para encender cada una el primer dí­a de mes.

La lista de los deseos. Haga primero una con todas las cosas que ya no quiere en su vida y quémela. Luego escriba otra con todos los deseos y guárdela hasta el próximo año.

Las doce uvas. Comemos una uva por mes al tiempo que pedimos algo especial por cada una: amor, fortuna, éxito, salud.

Estrenar ropa. El Año Nuevo debe sorprendernos con alguna prenda nueva, ya que con ello aseguramos que estrenaremos ropa durante el año; que no tendremos carencias.

Aromas para el alma. Como ritual de purificación, darse un largo baño con esencias; mandarina para la prosperidad y el dinero; rosas para el amor y sándalo para limpiar las energí­as negativas.

Las tres piedras. Recoja tres piedras pequeñas, desí­gnele a cada una el amor, el dinero y la salud y escriba el nombre en cada una al tiempo que visualiza su deseo de lograr cada uno. Guárdelas en un lugar discreto durante todo el año.

¿Ropa interior roja o amarilla? Usar ropa interior roja o amarilla la noche de Fin de Año nos puede asegurar el amor o la fortuna económica; la decisión es nuestra. Dicen que si la ropa es regalada el efecto es mejor.

Lecturas bí­blicas

Muchas comunidades organizan una celebración en la que se reflexiona a la luz de Cristo sobre el año que comienza, y entre las citas bí­blicas más comunes encontramos las siguientes: