No me estoy refiriendo a la insigne melodí­a que compusiera el gran autor quetzalteco Mariano Valverde, lamentablemente no. Sino a la triste, deplorable, paupérrima y trágica situación en que se encuentra el Centro Histórico de Quetzaltenango. Tesoros de gran valor que, por desidia, displicencia, indiferencia e ineptitud de las autoridades, principalmente del señor que se apoda alcalde, están sumidos en el más completo abandono. Dizque hay una oficina del Centro Histórico, pero son más los peros y trabas que pone al vecino que quiere arreglar su casa, que lo que ayuda. Entiéndanlo, señor «Alcalde», la cooperación internacional no es la responsable del cuidado de nuestros monumentos, somos nosotros y principalmente usted, que juntamente con su dizque equipo el que tiene que velar por que estos tesoros que tenemos en Xela, sean restaurados y preservados. Todaví­a no entiendo cómo se le volvió a reelegir con tan pésima administración. No basta con decir que se es quetzalteco porque en la cédula dice I-9; quetzalteco es el que ama, cuida y respeta y hace algo por su tierra. Entiéndalo.