A pocos dí­as de las elecciones generales, Otto Pérez Molina habla con La Hora, en la casa de campaña del Partido Patriota, acerca de quién pudo ser su principal contrincante en las urnas, de la expectativa de los presidenciables que le siguen en la intención de voto y los problemas sociales del paí­s, entre los que destacan la corrupción, la seguridad, los desalojos violentos y las implicaciones de una reforma fiscal.

¿Qué significa “la campaña” en su vida familiar?
      La campaña polí­tica ha significado un sacrificio de toda la familia; de mi esposa, de mis hijos y mis nietos, porque el tiempo se ha dedicado a las actividades de campaña, y el tiempo para compartir con ellos se ha reducido, obviamente. Pero afortunadamente ellos han entendido y nos están apoyando en todas las actividades de campaña.

¿Siendo su segunda campaña, qué aspectos le han costado más en el tema personal, de qué ha sido más difí­cil prescindir?
     Lo que más resiento es el tiempo para compartir con los hijos y los nietos, especialmente los pequeños. Verdaderamente ha sido muy difí­cil y ya en la noche también es difí­cil con ellos, pues por la edad que tienen generalmente se acuestan temprano y al dí­a siguiente también salen temprano para sus estudios. Ese es el punto que uno más resiente.

¿Qué siente usted, cuándo antes de subir a la tarima plática con gente que llega pretendiendo que “éste si” atienda mis problemas?
      Dos cosas. Primero uno se siente contento del respaldo que está teniendo de la población, pero lo segundo es estar muy claro del compromiso que esto representa, y cuando alguien se acerca y me dice “confiamos en usted, usted nos va a arreglar el problema”, la verdad es una carga muy pesada que uno siente, es un compromiso muy fuerte para llegar y ganar, y de verdad darle soluciones a estos problemas. Ese es un sentimiento que yo tengo muy presente.

¿Entre las personas a las que ha conocido en sus giras, quién le preocupó de sobremanera, por qué y a qué se comprometió en ese caso particular?
      Hemos recogido muchos compromisos personales. Nos han tocado allí­ mismo el corazón al ver personas enfermas, nosotros hemos hecho un esfuerzo muy grande para lograr, por lo menos, que a unas 20 o 30 personas se les refiera con doctores que nos han ayudado para ayudarlos a salir adelante, especialmente niños o mujeres que tienen problemas que son muy visibles. Lo que hemos hecho es tomar nota y posteriormente darles seguimiento luego del mitin o la reunión que se da. Aparte de eso, hemos tenido situaciones en donde el estado de los municipios o las comunidades hace que uno se quede muy impactado de ver las grandes necesidades que hay y por su puesto hay un gran compromiso por ayudarles en esto.

Cuéntenos una historia interesante de su experiencia en esta campaña.
Hay muchas anécdotas satisfactorias. Por ejemplo, una vez que fuimos para Santa Cruz Barillas (Huehuetenango), í­bamos en vehí­culo y nos encontramos un rebaño de ovejas que estaban siendo pastoreadas por una niña como de 6 años. Me bajé a platicar con ella. Me dijo que se llamaba Marí­a y le pregunté porque no estaba yendo a la escuela. Eran como las diez u once de la mañana de un dí­a viernes y me dijo que estaba ayudando a su familia. Estas son de las anécdotas que nos suceden mucho en la campaña, pero por otro lado le sirven a uno también para saber que hay muchas cosas que tenemos que hacer en el paí­s para salir adelante.

Una de sus principales promesas es la seguridad, ¿Cómo candidato, qué siente cuándo se muere alguien por la violencia? ¿Qué le podrí­a decir a una familia si le toca ir al funeral de una persona asesinada por las maras?
      Me siento muy triste. En estos tres años y medio, aunque ahorita va un poco más, pero en tres años y medio llevábamos 22 mil guatemaltecos que fueron asesinados, 22 mil homicidios, 22 mil familias que perdieron a un ser querido, a un hijo, al papá o a la mamá, y eso de verdad es algo que hace que uno se sienta, no solo triste, sino también comprometido a verdaderamente esforzarse para buscar una respuesta. Yo le he pedido a mi equipo de seguridad que nos asesora, pues tenemos capacidad para bajar los í­ndices de violencia, especialmente lo que representa como lo más importante como lo es la vida, que no se puede recuperar, porque hay asaltos, hay robos, pero que no haya pérdida de vidas. Lo que más impacta son esos 22 mil asesinados durante estos tres años y medio de gobierno. Esto nos lleva a tener un compromiso muy fuerte para que esa tristeza que yo he sentido sin que sea un familiar, pero que son guatemaltecos y guatemaltecas, que podamos no solo frenar esa violencia si no decirles a esas familias que han perdido a un familiar cercano que tienen mi compromiso, no solo de trabajar para que estas cosas no sigan sucediendo, sino por otro lado fortalecer el sistema de justicia para que no se queden en la impunidad todos estos casos.

Si tuviera enfrente a una madre que ha perdido a su hija por la falta de atención en un hospital, ¿qué le dirí­a?
      En Guatemala 52 niños mueren diariamente, menores de 5 años. En su mayorí­a por enfermedades que pueden ser atendidas. Mueren por una complicación gastrointestinal, por una enfermedad respiratoria mal cuidada y que se convierte en una pulmoní­a. De estos 52, 30 niños mueren antes de cumplir el año, cuando todaví­a su organismo necesita muchos cuidados y atención, y no se ha logrado. Yo he tomado la decisión de que el 14 de enero de 2012, voy a declarar al sistema de Salud en estado de emergencia; emergencia que la vamos a trabajar muy rápidamente para levantar los 43 hospitales, los 940 puestos de salud, para mejorarlos, atenderlos, para que haya una respuesta rápida para evitar que los niños mueran y que las madres tengan partos seguros y que la población en general pueda visitar los Centros de Salud en donde se le pueda ayudar. Le vamos a poner mucho énfasis al Sistema Primario de Salud, porque ahí­ se pueden aliviar muchas enfermedades que después se hacen crónicas y pueden causar hasta la muerte.

¿Si tuviese que mediar en un conflicto de tierras, cómo enfrentarí­a al sector campesino y qué compromisos asume para paliar el problema agrario?
      El tema de conflictividad agraria involucra también el tema del acceso a la tierra y en eso nosotros estamos muy claros, en que hay que fortalecer la institucionalidad para lograr tener acceso a la tierra. Mucho de esto viene desde la firma de los Acuerdos de Paz, de la cual yo soy signatario. Ahí­ quedó el Fondo de Tierras, la Secretarí­a de Asuntos Agrarios, se habló de la posibilidad de fortalecer al Ministerio de Agricultura, a los agricultores, especialmente a los pequeños. Después de 15 años, el Fondo de Tierras se ha convertido en un ente al que hay que hacerle una transformación completa; se ha propiciado la corrupción, se compraron fincas que no eran adecuadas, se les entregó tierra a los campesinos y no eran productivas, no los acompañaron en el proceso y hoy como consecuencia de eso hay una morosidad de más de 330 millones de quetzales, por esos manejos e incluso por la corrupción que se dio para la compra de las fincas. Tenemos que hacer un esfuerzo muy fuerte para lograr la reforma necesaria al Fondo de Tierras. Tenemos que fortalecer la Secretarí­a de Asuntos Agrarios para que pueda prever con anticipación donde se está dando un problema y podamos llegar a una solución antes de los desalojos y las muertes, porque ha habido desalojos violentos. Nosotros creemos que el acceso a la tierra puede darse por la forma del arrendamiento de tierras. Hay un programa. Ya identificamos los recursos, en donde se le dan Q2 mil 200 al campesino anualmente, una parte la tienen que reembolsar ellos y la otra es como un subsidio que se les da y esto puede ayudar a resolver esa conflictividad agraria.

Antonia, una mujer de mediana edad, no consigue trabajo desde hace más de un año. ¿Qué va a hacer por ella y todas las personas que están en las mismas condiciones?
Es tremenda la falta de empleo que se está dando en el paí­s. La única forma de generar empleos es a través de las inversiones en el paí­s. Nosotros hemos identificados dos formas de generar empleos. Una es la inversión, y la otra es fortalecer las cooperativas y fortaleciendo las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las generadoras del 80 por ciento del empleo. Además, al generar empleos en áreas rurales se han logrado encadenamientos que permiten exportaciones de productos. Vamos a trabajar cerca de ellos para fortalecer la institucionalidad. Al hacerlos crecer, este beneficio llegará al desarrollo rural y va a tener oportunidad también de que en el área rural se generen empleos. Estamos trabajando en esto, en el Ministerio de Agricultura, mientras se termina de hablar sobre la Ley de Desarrollo Rural Integral. La propuesta mí­a es duplicar el presupuesto al Ministerio de Agricultura para que pueda llegar a atender en el área rural al pequeño campesino que hoy está en una economí­a de subsistencia y que lo pueda ayudar a pasar a una economí­a de excedencia y que pueda vivir y salir de la pobreza en dignidad como se lo merece.

En el ámbito polí­tico. La salida de Sandra Torres, ¿benefició o perjudicó al Partido Patriota?
      Nosotros ni nos beneficiamos, ni nos perjudicamos con la salida de Sandra Torres. Nosotros tenemos una estrategia muy clara que es con la señora Torres o sin la señora Torres. Nuestra estrategia está en, desde hace cuatro años, hacer crecer las bases del partido. Nos propusimos como estrategia el crecimiento territorial importante, nos propusimos crear las células del Partido Patriota que hoy están involucrando a un millón y medio de guatemaltecos y eso fue con ella o sin ella. He oí­do comentarios de algunos que hablan sobre que la salida de la señora Torres favorece al Partido Patriota, otros dicen que la salida de la señora no favorece al Partido Patriota y yo lo que digo y cualquier miembro del partido lo va a decir, ni nos favorece, ni nos perjudica.

¿Según sus estimaciones, quién es al dí­a de hoy, su inmediato perseguidor en la intención de voto?
Los datos que nosotros tenemos indican que hay un empate técnico, entre (Eduardo) Suger y (Manuel) Baldizón. A estas alturas, cuando faltan pocos dí­as para las elecciones hay un empate técnico que se va a resolver el dí­a de las elecciones. Yo no podrí­a decir ahorita quien de los dos es porque los datos que tenemos, las encuestas que hemos comparado, incluso con otros encuestadores, la tendencia es esa. Hay un empate técnico y va a ser muy poca la diferencia entre el que quede en segundo lugar y tercero.

¿Habrá segunda vuelta?
Ese es otro de los temas que también se va a tener que resolver el dí­a de las elecciones. Obviamente, nosotros no quisiéramos que hubiera segunda vuelta. Quisiéramos ganar en la primera y ahorrar Q150 millones que le representa a los guatemaltecos una segunda vuelta, que son los estimados del Tribunal Supremo Electoral; que nos diéramos un respiro para tener cuatro meses y hacer una transición ordenada, de empezar a exigir la información a los diferentes ministerios, de que los guatemaltecos ganáramos porque con una primera vuelta no gana el Partido Patriota, gana todo el pueblo de Guatemala, pero eso depende de los guatemaltecos.

Usted ha dicho que sus financistas han pedido anonimato, pero ¿cómo le garantiza a la población que ellos no serán los beneficiarios de los contratos, las “mordidas” y el tráfico de influencias en un eventual gobierno suyo?
Yo le digo que no van a encontrar en el Gabinete, ni en los puestos principales del próximo gobierno, a financistas. No es gente que haya aportado. Nosotros tenemos un programa que se llama MAG, que es Mejores Al Gobierno, y estamos desarrollando los 300 perfiles de los puestos más importantes, con los objetivos que se tienen que cumplir en cada uno de esos puestos y en base al estudio que están terminando de hacer, vamos a empezar a ver los currí­culos de cada persona para ver si responde a ese perfil y por ahí­ nos vamos a ir. Queremos que las mejores gentes estén en el Gobierno y no necesariamente los que nos están ayudando a hacer la campaña o los que nos están ayudando a hacer la organización del partido, muchos van para candidatos a alcalde o diputados.     

¿Qué pasó con los Q10 millones que según el Tribunal Supremo Electoral han sobre pasado de su techo de campaña?
Nosotros lo que estamos pidiendo hoy es que el equipo nuestro de finanzas se siente con los auditores del Tribunal Supremo Electoral, que siempre han estado con el partido para ver porque están esas diferencias. Según nosotros, no hemos llegado a los Q40 millones. Tal vez ellos están estimando precios que no son los que nosotros estamos logrando obtener y por allí­ puede estar la diferencia. Pero nosotros vamos a ser respetuosos de lo que diga el Tribunal Supremo Electoral y vamos a cumplir con las decisiones que ellos tomen.

En una entrevista a La Hora, dijo que usted y su bancada estaban comprometidos con la aprobación de las leyes anticorrupción, ¿se compromete a que durante un eventual Gobierno del PP se aprueben la ley contra el enriquecimiento ilí­cito, la probidad administrativa y que se regulen el uso de los fideicomisos y las ONG?
Lo primero para luchar contra la corrupción, que es sistémica y generalizada, y no está focalizada, la propuesta nuestra es fortalecer la institucionalidad, es decir, aquí­ va a trabajar nuestra vicepresidente (Roxana Baldetti), pero además vamos a involucrar a la Contralorí­a General de Cuentas; vamos a pedirle, respetando la independencia de poderes, al Congreso de la República, que participe en un esfuerzo contra la corrupción. Vamos a pedirle a la Procuradurí­a General de la Nación, al Ministerio Público y a las entidades gubernamentales o estatales, que se haga una institucionalidad fuerte para luchar en contra de la corrupción. Además de eso hay un paquete de leyes como las que se mencionan, que le vamos a pedir al Congreso que las aprueben para que se haga parte del fortalecimiento de la institucionalidad para luchar en contra de la corrupción y en favor de la transparencia. Yo le he pedido a nuestra vicepresidenta, que ha pasado 7 años y medio fiscalizando a los dos gobiernos de turno, que también desde la Vicepresidencia de la República, haga un esfuerzo muy importante para tener una especie de auditorí­a interna y asegurarnos de que nos contribuimos a la institucionalización de los procesos que se tienen que dar para lograr la transparencia que se quiere en el paí­s.

¿En qué consiste la reforma fiscal que propone y cuáles serán sus componentes?
      Nosotros estamos apoyando al denominado grupo del G-40, que están retomando el espí­ritu del Pacto Fiscal. Nosotros estamos proponiendo por seis años, incluso tuvimos una iniciativa en el Congreso, que pedí­amos que se volviera ley el pacto fiscal y no tuvimos respuesta de las otras bancadas, y ahora ellos están queriendo retomar el espí­ritu del pacto fiscal y nosotros somos los primero en apoyarlo. Vamos a ver qué propuesta van a hacer y esa propuesta la vamos a impulsar nosotros para que se convierta en una realidad. Vamos a buscar los acuerdos y los consensos con los diferentes sectores de la sociedad guatemalteca, pero básicamente esto empieza con el Gobierno; austeridad, tenemos un plan para luchar en contra de la corrupción, queremos rendir cuentas para la transparencia, queremos fortalecer la recaudación y esto quiere decir lograr llegar a los 8 mil millones de quetzales que hoy se están evadiendo, 6 mil del IVA y 2 mil en el impuesto Sobre la Renta. Queremos quitar esa discrecionalidad que hay en los puertos y aeropuertos e implementar tecnologí­a para que ya no detengan a una persona si no que esa persona sepa que está siendo controlada por dos o tres personas más y que todo está quedando grabado. No estamos hablando de subir tasas, no estamos hablando de crear nuevos impuestos, estamos hablando de hacer un gran esfuerzo para tener calidad del gasto y por otro lado luchar en contra de la corrupción. La tercera pata de este banco es luchar contra el contrabando.

Según dijeron a LH, muchos empresarios son sus financistas, ¿cómo harán para convencerlos de la necesidad de una reforma fiscal?
      Yo ya he tenido reuniones con los empresarios y he encontrado muy buena disposición para lograr ponernos de acuerdo, buscar ese consenso que necesitamos y echar para adelante.

¿Cómo se enfrentarí­an los problemas financieros que heredarí­a de una administración anterior y cuáles serán sus planes para paliarla?
Nosotros estamos muy claros en que habrá un problema fiscal porque este gobierno tuvo un desorden administrativo y financiero por cuatro años, porque este gobierno propició la corrupción. Por eso es que tenemos una corrupción no solo sistémica si no generalizada, está en todos lados y el gobierno no hizo nada para trasparentar las cosas, más bien, propició que no hubiera esa transparencia sino más bien el manejo oscuro. Hubo un año en que hubo cuatro mil transferencias entre ministerios e intraministerios. Es un desorden total. Hoy, la deuda vimos como creció en un 50 por ciento durante este gobierno, así­ que vamos a encontrar un grave problema financiero pero lo vamos a transparentar, lo vamos a poner en orden y vamos a lograr mayor recaudación y vamos a hacer un gran esfuerzo para no seguir endeudando al paí­s, especialmente cuando no vemos la respuesta o no vemos la obra por la cual el paí­s se está endeudando y se ha ido todo en gastos administrativos. Ese esfuerzo lo vamos a hacer, sabemos que va a ser difí­cil pero tenemos que llegar a poner orden, a poner transparencia, a poner claridad en el manejo de los recursos que este gobierno dejo hecho un desastre.
 
¿Seguirí­a los pasos de la reforma policial que actualmente realiza una comisión especí­fica?
Así­ es, nosotros creemos que la refundación de la Policí­a Nacional Civil tiene una buena base ya en la reforma policial. Yo lo he dicho. Estoy de acuerdo en más del 95 por ciento de lo que está contenido en la reforma policial y creo que esa base y ese esfuerzo que se ha hecho no lo vamos a tirar por la borda. Lo que vamos a hacer es ser más agresivos en lograr que ya no sea solo propuesta, sino que se entre a la implementación y que la reforma se haga una realidad.

¿Usted habla de la necesidad de implementar la fuerza de tarea, pero cuántos meses pasarí­an, desde el inicio de su gobierno, para mejorar la percepción de inseguridad? ¿Cuál es una meta concreta en el corto plazo pero creí­ble en términos polí­ticos?
      Hablar de tiempos en estos temas es siempre difí­cil, pero la fuerzas de tarea van a quedar integradas en el primer mes de gobierno, y nosotros creemos que a los primeros seis meses los guatemaltecos deberí­an de estar dándose cuenta de que hay todo un gran esfuerzo del gobierno y de las fuerzas públicas especialmente para enfrentar con seriedad y como prioridad número uno el tema de la violencia y la inseguridad. Hay varias metas de corto plazo pero una de ellas es que en el primer mes los guatemaltecos van a estar viendo funcionar esas fuerzas de tarea.

Usted destaca la expansión de los cárteles mexicanos en el territorio guatemalteco: ¿De qué forma enfrentará a esos grupos y que compromisos asume con la población?
Lo primero que hemos dicho es que hay que fortalecer los servicios de inteligencia y desplegarlos en el área donde esos grupos de narcotraficantes están operando. Segundo, vamos a tener las unidades élite dentro de la Policí­a Nacional Civil y dentro del Ejército, los paracaidistas y kaibiles, equipados, entrenados, con la modernización necesaria para que puedan hacer los operativos y empezar a tomar el control del territorio. Y por otro lado vamos a fortalecer al Ejército, a modernizarlo, lo que tanto se ha hablado pero no se ha concretado, para que pueda cubrir nuestras fronteras y pueda evitar, no solo el narcotráfico, sino todo el crimen organizado, el tráfico de armas, el tráfico de personas, que es un grave problema.

¿Son suficientes cuatro años para ejecutar su plan de Gobierno?
      Creo que cuatro años es poco pero también es mucho, hablando en el sentido de que se puede hacer mucho en cuatro años a pesar de que es poco tiempo, para eso nosotros necesitamos lo que hemos propuesto y hemos exigido, que es una gestión por resultados. Quiere decir que la gestión que hoy está terminando y que es una gestión corrupta, que terminó siendo una gestión con tráfico de influencias, con compra de voluntades, que demostró que no funciona, la queremos transformar en una gestión con resultados y allí­ va a estar la clave para que en cuatro años los guatemaltecos sintamos que hay una diferencia importante en el esfuerzo que nosotros queremos hacer. Partimos de la gestión porque si seguimos con lo que hoy tenemos que ha sido corrupto, ha sido poco trasparente, y ha utilizado el tráfico de influencias y la compra de voluntades y eso ya no lo queremos seguir haciendo. Cada área, cada parte del gabinete debe saber que está participando para dar resultados y nosotros no queremos que se pasen los dí­as, las semanas, los meses, los años y cuando sintamos estamos saliendo del gobierno y prácticamente no cambió nada, que es lo que hemos estado viendo. Con esta gestión por resultados nos vamos a medir nosotros y también les vamos a dar herramientas a la población para que nos mida y nos exija.