La novela nace luego de la muerte de «Danilo» en ese incidente; Chavén logra, con un sabor muy local, simple y atiborrado de guatemaltequismos, dibujar ese inframundo que es el basurero de la zona 3 y nos hace comprender las carencias y peligros que viven, sobretodo, los niños, que tienen la mala fortuna de nacer y criarse entre la cara maloliente de la miseria.

LA HORA: ¿Porque «Canche Peroles?

R.CH.: Es un apodo sumamente guatemalteco, que incluso a mi hijo le decí­an así­, pero viene atrás un subtí­tulo, como una rima «canche peroles, come frijoles»: es una forma de decirle, eres canche pero no te la creas, comes frijoles, eres como todos los demás.

L.H.: ¿Qué representa la obra?

R.CH.: La perseverancia y esfuerzo de nuestra gente por salir adelante con los pocos recursos que tienen a su alcance y con la «viveza» que todos conocemos.

En su caso, la guí­a de uno de los personajes de la novela, hace la diferencia y Canche Peroles aprende con cinco piedritas; la prudencia, paciencia, templanza, fortaleza y perseverancia que representan las virtudes básicas que aplicadas en su vida diaria, hacen posible alcanzar el éxito.

L.H.: ¿Por qué recomendarí­a leer la novela?

R.CH.: Bueno, es una obra inspiradora que todos los guatemaltecos debemos leer y especialmente los jóvenes, porque nos da una dirección de vida, es una lección de bondad, amistad, y preocupación por el prójimo.

L.H.: ¿Cómo se inspiró para escribir del tema?

R.CH.: Yo tuve que hacer un trabajo para una revista digital de España a raiz de los derrumbes del año pasado en el Basurero y me pidieron que hiciera una historia pequeña, la hice con un personaje que se llama Danilo -que muere en el basurero.

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L.H.: ¿De qué habla la novela?

R.CH.: Del llamado de atención de la vida de unos niños que no necesariamente es el que murió en el basurero de la zona 3, pero está basado en los hechos reales que suceden todos los dí­as en ese sector.

La vida, independientemente de donde empiece y como empiece se puede transformar, porque normalmente cuando naces te discriminan diciendo «perteneces a este sector, llegarás solo a tercer grado, estas dentro de las estadí­sticas de los que no llegarán a la Universidad», la obra es una historia que se escapa de las estadí­sticas que matan a la gente mucho antes de nacer.

L.H.: ¿Qué contexto encierra?

R.CH.: í‰l (el personaje principal) tiene una educación primordial en un contexto del basurero de la zona 3, educado en valores que le permiten cambiar su vida: nació pobre, pero escaña totalmente su vida y decide emprender la vida como una aventura, alegremente sin quejarse que nació en el basurero y tiene que lavar carros para comer, etcétera. í‰l ve la vida desde un punto de vista positivo y si tiene que limpiar 40 carros al dí­a para sobrevivir lo hace, porque es parte del proceso de hacerse millonario, que es su meta.

Mucha gente se queja permanentemente «que porqué llueve, que si mucho calor», también reprochan para hacer los sacrificios que saben que les implicara salir de la situación en que están, y todaví­a se quejan.

L.H.: ¿Cuál es el mensaje a profundidad?

R.CH.: Ama a la vida, tienes que amarla porque no sabes lo que depara el destino más adelante, y deja de quejarte y de estar llorando de lo que pasó, lo que viene adelante es extraordinario, es la única vida que tienes y cuanto más abajo estés socioeconómicamente; más grande será el sacrificio pero más grande será el éxito.

Debemos buscar siempre que nuestro trabajo afecte positivamente la vida de la gente, además de llenar el «software» interno que tenemos con principios y valores porque el dí­a que lleguemos a la fama, no nos tenemos que olvidar de donde salimos, «no te olvides de donde empezaste, porque si te olvidas de eso hasta lo alcanzado podemos perder».