No se olvide de los drenajes de la colonia Cotió, señor Alcalde de Mixco


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El actual alcalde municipal de Mixco, Otto Pérez Leal, cuando visitó en la campaña electoral que le dio el triunfo, ofreció a la comunidad de dicho sector la construcción de los drenajes y el posterior asfalto de las pocas calles del abandonado lugar.

Marco Tulio Trejo Paiz


Infundió confianza el jefe del Ayuntamiento mixqueño entre el vecindario de la Colonia y hay esperanzas de que este año, 2013, sean una feliz realidad esos trabajos de urbanización que sus antecesores en general ofrecieron y no cumplieron aduciendo razones de la sinrazón, valga el concepto.

La mayoría de los alcaldes que estuvieron al frente de la mencionada comuna, no obstante sus reiterados ofrecimientos demagógicos, propios de los farsantes de la coja politiquería, únicamente mandaban a observar el lugar. Los técnicos de Tía Coneja utilizaban teodolitos y nada más.

Varios ingenieros de la División a su cargo elaboraban planos y más planos, pero ahí paraba todo. ¡Nada en dos platos! A cada alcalde de turno, como se comentaba entre los vecinos, lo que le interesaba eran las “comisiones” que negociaban con determinadas constructoras. Los funcionarios de marras atesoraban millonadas de corrupción, según cálculos extraoficiales de técnicos que se mantenían ojo al Cristo. Uno de ellos se favorecía con los recapeos de calles porque había intereses creados en las empresas fabricantes de asfalto.

La Asociación Pro Mejoramiento Integral de la Colonia ha promovido mil gestiones ante los alcaldes y algunas dependencias del gobierno nacional sobre los drenajes y el asfalto de las pequeñas vías. Cada alcalde actuante a partir de 1969 se “baboseaba” a los directivos de la Asociación. Siempre con ofrecimientos de farsantes que sólo le tomaban el pelo a la comunidad representada formalmente por la entidad pro mejoramiento del sector que, sin exageración alguna, se ha sentido defraudada. Y es que se arrastra una situación de atraso secular en la Colonia, a pesar de que hay buenas industrias, varios establecimientos comerciales, templos de diversos credos y, desde hace varios años ya, funciona una importante dependencia de educación departamental, sufragánea del ministerio del ramo.

El alcalde Pérez Leal quedaría bien, respecto a simpatías y reconocimiento de los vecinos y empresarios de la Colonia Cotió, por cierto muy concurrida por quienes solicitan la extensión de licencias para conducir vehículos -incluida su renovación-, maestros de educación que frecuentan a diario las oficinas de la dependencia del ministerio del ramo que hemos mencionado, religiosos, y clientela de los centros industriales y comerciales, etcétera.

El municipio de Mixco merece atención en lo que hace a obra urbanística para que vaya caminando al paso de los tiempos modernos que estamos viviendo. Hoy por hoy, es una colonia virtualmente abandonada a su suerte por la comuna mixqueña. Están en mejores condiciones muchas otras colonias de la jurisdicción aludida y de no menos asentamientos, aldeas y caseríos de toda la República.

    Don Otto Pérez Leal puede urbanizar, en cuanto a drenajes y asfalto se refiere, a la “Cenicienta” que prácticamente está en las fauces de la urbe capitalina. Qué vergüenza, ¿no?, ¿señores de la susodicha corporación edilicia?
   
Quedamos pendientes de saber cuándo tomarán la urgente decisión de emprender los trabajos de construcción de los drenajes y, luego, inmediatamente después, el asfalto de las calles de la Colonia Cotió, que está situada en la zona 2 de Mixco, casi tragada ya por la capital. Es realmente un verdadero desastre el pequeño sector, y no hay problema alguno para realizar las obras, sino, antes bien, existe plena voluntad de la comunidad de colaborar en todo lo posible, con tal de que se urbanice la colonia en el sentido indicado.