Cada gobierno utiliza la publicidad a través de los medios de comunicación, para «convencer», a los ingenuos guatemaltecos de las cualidades y la bondad del producto que ofrecen: servir y sacrificarse por todos, fuera de la transparencia, la honestidad, las obras y bla bla, bla, bla. Allá los que se lo crean que cualquiera tiene el derecho a equivocarse.
Esta publicidad que a nosotros los verdaderos contribuyentes nos cuesta cientos de millones de quetzalitos porque aquí ni prestan (como los aviones), ni regalan (como los funcionarios que dicen que trabajan ad honórem y las organizaciones internacionales y embajadas), por lo que es plata que se paga contante y sonante.
Pues resulta que cada gobierno hace la propaganda que mejor le parezca y por lo general se la dan a una agencia de publicidad de los cuates del Presidente y en el caso actual, también de la Primera Dama.
Sin embargo, ante los desplegados en los medios escritos, sin ser técnico en la materia, me he quedado a-no-na-da-do, por la falta de creatividad, por el pésimo diseño, por la inconsistencia de los mensajes y, perdonen ustedes, por la estupidez de quienes se encargan de esta tarea.
Y para muestra algunos botones. Lo primero en salir fue una página que tenía como encabezado «NO NOS HAGAMOS LOS LOCOS», que aparte de ser una falta de respeto para todos y todas (como hay que decir ahora), el mensaje era el de invitar a que participemos en la construcción de una nueva Guatemala, provocándose un efecto distinto cercano a la mentada de madre, por cuanto los primeros que no deben hacerse los locos son los funcionarios y empleados, sobre todo quienes ganan y disfrutan de múltiples privilegios, como los diputados que son expertos en hacerse los locos. En vez de ello yo hubiera puesto una frase más solidaria, más fraterna como por ejemplo: «Dí‰MONOS UNA MANO PARA CONSTRUIR JUNTOS», o algo por el estilo, y sin dármelas de poner plazos, estoy seguro que en 48 horas les envío textos más creativos que esos.
Pero ahora viene lo bueno. íšltimamente suprimieron ese feo anuncio y pusieron otro que tal parece fue escrito por alguien que acaba de aterrizar en Guatemala. Dice pomposamente: «EN CIEN DíAS LOS CHAPUCES DE ANTES QUEDARON EN EL PASADO», como subtítulo «Estamos haciendo los cambios que Guatemala necesita».
¡Voytelas! ¡Púchicas! ¡Zambomba! ¡Ave María Purísima!. Casi al lado de estos anuncios leo y oigo y veo, sobre todo un informe muy bien elaborado por parte de la Usac, en donde afirma que esos días tienen el sello del fracaso, opinión compartida por los famosos analistas y ONGS. Pero eso es lo de menos porque la mentira es parte de la mayoría de la publicidad y porque nadie habla mal de su rancho aunque se esté cayendo.
Lo que para el pelo es que, a manera de comparación, en la columna ANTES ponen en realidad algunas medidas dictadas por gobiernos anteriores, la mayoría de las cuales fueron «parches», pero lo que no tiene nombre es lo que ponen en el AHORA, que son tres mentirotas babosas, (ni siquiera falacias ad hominem), que nos matan del susto:
«Ahora, dicen, el Gobierno es de todos»,(será de los que trabajan en él y cobran jugosísimos sueldos)». Ahora, el Gobierno trabaja con todos» (que es posible porque ha crecido el desempleo), «Ahora, los problemas se abordan de manera integral y definitiva» (cual problema de salud, seguridad, educación, trabajo, vivienda, etcétera ha sido abordado de manera integral y definitiva).Está bien que digan mentiras pero que no abusen de ellas.
Finalmente, ponen «GOBIERNO DE íLVARO COLOM». ¡Mamolas!, como dijo Lincoln, el gobierno es del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Si querían sacar algún provecho político hubieran puesto Gobierno de Unidad o de Solidaridad, pero no darle nombre y apellido, aunque exista un narcisismo exagerado. ¿Estamos?…….