La ex primera ministra Benazir Bhutto permanecerá en Pakistán para liderar su partido en las elecciones legislativas de mediados de enero de 2008, pese al atentado en su contra del jueves en Karachi (sur) que causó al menos 133 muertos, anunció hoy su formación.
«Ella se quedará en Pakistán; no se irá, está determinada», declaró el senador del Partido del Pueblo de Pakistán (PKK), Safdar Abbasi.
Este último hizo su declaración desde la Casa Bilawal, la residencia de Bhutto en Karachi.
«No vamos a cambiar nuestros planes. Nuestra lucha por la democracia seguirá. Participaremos en las elecciones», afirmó el senador en referencia a los comicios generales previstos para mediados de enero.
Al menos 133 personas murieron y unas 400 resultaron heridas en la noche del jueves en el atentado de Karachi contra Bhutto, pocas horas después de su regreso a Pakistán tras ocho años de exilio.
La ex primera ministra salió ilesa del mayor atentado suicida en la historia de Pakistán.
El ataque se produjo pese a que en Karachi, la ciudad más poblada del país, se había desplegado a más de 20.000 policías, ante las amenazas de atentado por parte de sectores islamistas que se rumoreaban.
«Por ahora, la cifra confirmada de personas muertas es de 133», anunció el viernes por la mañana el general Javed Cheema, portavoz del ministerio del Interior.
«Varias personas están en estado crítico, los médicos intentan salvarlas», explicó a la AFP Seemi Jamali, del gran hospital Jinnah de Karachi, quien habló de al menos 25 pacientes seriamente heridos sólo en ese centro.
«Es muy probable que la cifra de muertos aumente», concluyó.
El atentado se produjo durante una marcha organizada para dar la bienvenida a Bhutto a la que acudieron al menos unos 250.000 simpatizantes y que debía culminar en el mausoleo del fundador de Pakistán, Muhamad Ali Jinnah.
Una granada y una bomba explosionaron a pocos metros del camión blindado en el que desfilaba desde hacía nueve horas la ex primera ministra, que salió ilesa del ataque.
La policía paquistaní anunció el viernes haber hallado la cabeza del presunto kamikaze que provocó el atentado. La cabeza fue mostrada por las cadenas de televisión paquistaníes, con los rasgos del rostro casi intactos y reconocibles.
El presidente del país, el general Pervez Musharraf, que tomó el poder en 1999 tras un golpe de Estado incruento y que negocia desde hace meses una repartición del poder con Bhutto, condenó el atentado y lo definió como «un complot contra la democracia».
El marido de Bhutto, Asif Ali Zardari, denunció que los servicios de inteligencia paquistaníes están detrás del atentado. «El atentado no ha sido perpetrado por combatientes islamistas, sino por la agencia de espionaje», dijo Zardari a la cadena de televisión Ary One.
Bhutto y las autoridades paquistaníes temían un atentado tras la publicación en la prensa de las amenazas lanzadas por un comandante de combatientes islamistas relacionados con los talibanes y Al Qaida, implantados en las zonas tribales del noroeste de Pakistán.
La ex primera ministra estaba amenazada de muerte después de haber prometido en diferentes ocasiones «erradicar la amenaza islamista» de su país, que vive una ola de atentados terroristas desde hace más de tres meses.
Estados Unidos, país que hizo del régimen de Musharraf un aliado clave en su «lucha contra el terrorismo», condenó «el atentado brutal».
«Los extremistas no lograrán impedir a los paquistaníes elegir a sus representantes a través de un proceso democrático y abierto», dijo la Casa Blanca, en alusión a las legislativas de enero.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los países de la UE condenaron asimismo el atentado.
La ex primera ministra, que abandonó su Pakistán natal en 1999 para evitar ser procesada por corrupción, había derramado lágrimas de emoción al volver a pisar su país.
Dos veces jefa de gobierno (1988-1990 y 1993-1996), prometió restablecer la democracia en Pakistán y aupar su partido en las legislativas de enero.
«Tengo más edad, he aprendido mucho a lo largo de los últimos 20 años, pero seguimos luchando contra una dictadura. Queremos aislar a los extremistas y construir un Pakistán mejor», había declarado a la AFP antes del atentado.
Enérgica protesta
La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto condenó enérgicamente hoy el sangriento atentado en su contra que causó al menos 133 muertos y más de 400 heridos ayer, en Karachi (sur), horas después de su regreso al país tras ocho años de exilio.
Su movimiento, «el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) condena enérgicamente el ataque contra su desfile pacífico y que conllevaron la muerte de 140 personas e hirieron a otros centenares», declaró Bhutto en una conferencia de prensa.
En esta sede, Bhutto afirmó que las víctimas del atentado hicieron «el máximo sacrificio» por la democracia.
«Nuestras esperanzas, oraciones y simpatía para aquéllos que hicieron el máximo sacrificio por la causa de la democracia. Su sacrificio no será en vano», añadió.
Bhutto también pidió una investigación oficial urgente sobre lo sucedido, al tiempo que denunció que la parte de la calle donde se perpetró el atentado no tenía alumbrado en el momento en que el ataque se produjo.
«Pese a que no estoy culpando al gobierno, necesitamos sin embargo investigar lo ocurrido, incluyendo el hecho de por qué las luces callejeras estaban apagadas», dijo Bhutto, que llevaba un pañuelo blanco cubriéndole la cabeza, así como una tradicional túnica paquistaní sobre unos pantalones.
Por su parte, el ministerio del Interior estimó un balance provisional a primeras horas de la tarde del viernes de al menos 133 muertos.
– 4 julio: un kamikaze con un coche bomba mata a 11 personas en la región tribal de Waziristán del Norte.
Una bomba mata a cuatro civiles y un cohete a un policía en el valle de Swat, una zona del noroeste del país considerada un feudo de los extremistas relacionados con la Mezquita Roja.
– 6 julio: un kamikaze con un coche bomba mata a cuatro militares cerca de Swat.
– 8 julio: tres trabajadores de China, un país aliado de Pakistán, asesinados en Peshawar (noroeste).
– 12 julio: un kamikaze con un coche bomba mata a cinco personas en Swat. Otro kamikaze mata a otras tres al explotar su carga en una oficina gubernamental de Miranshah, la principal ciudad de Waziristán del Norte.
– 14 julio: 24 muertos en un ataque suicida contra un convoy militar en Waziristán del Norte.
– 15 julio: 40 muertos en un ataque suicida en el noroeste de Pakistán.
Los militantes pro-talibanes de Waziristán del Norte rompen un acuerdo de paz de diez meses con el gobierno.
– 17 julio: 17 muertos en un ataque suicida en una manifestación en favor del juez Iftikhar Muhammad Chaudhry.
Un kamikaze mata a tres militares y un civil en Waziristán del Norte.
– 19 julio: 50 muertos en tres ataques suicidas tanto en el suroeste como en el noroeste de Pakistán.
– 27 julio: 15 muertos en un ataque suicida durante unas protestas en Islamabad debido a la reapertura de la Mezquita Roja.
– 10 agosto: 16 militares secuestrados por militantes de la zona tribal de Waziristán del Sur. Decapitan al día siguiente a uno y tres semanas después liberan a los demás.
– 13 agosto: cuatro muertos por una bomba en un lateral de una carretera durante la celebración del 60 aniversario de la independencia de Pakistán.
– 18 agosto: dos militares muertos en ataque suicida en Waziristán del Norte.
– 20 agosto: tres soldados mueren en un ataque suicida en la ciudad de Hangu (noroeste).
– 26 agosto: un kamikaze mata a cuatro militares en el valle de Swat.
– 30 agosto: más de 150 soldados paquistaníes «empantanados» en Waziristán del Sur debido a tensiones con militantes. El ejército dice que están a salvo pero los rebeldes aseguran que los secuestraron.
– 1 sept: tres militares y dos civiles muertos en un ataque suicida en la zona tribal de Bajaur.
– 4 sept: 25 muertos en atentados cometidos por dos kamikazes, uno en un autobús militar y otro en un mercado.
– 1 oct: 15 muertos por un kamikaze que, disfrazado de mujer y vistiendo un burka, se hizo estallar en un control policial en el noroeste del país.
-18 oct: al menos 130 muertos y 400 heridos en un doble atentado suicida contra Benaniz Bhutto, en la sureña ciudad de Karachi, horas después del regreso al país e la ex primera ministra tras ocho años en el exilio.