«No puede haber un Estado sin partidos polí­ticos»


El politólogo Gustavo Berganza, se refiere a las reformas a la Ley Orgánica del Congreso de la República que recientemente fueron aprobadas, el deterioro de la institución y cómo el rescate de su prestigio trasciende más allá.

Redacción La Hora
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El analista polí­tico considera necesaria una profunda reforma a la Ley Electoral y de Partidos Polí­ticos para mejorar la calidad de la polí­tica, cerrando el paso a los «caciques» y allanando los puestos de elección popular a los verdaderos lí­deres de las comunidades.

– Pregunta: ¿Cómo ve las reformas aprobadas por el Congreso?

– Respuesta: Este ha sido un avance positivo para tratar de mejorar un poco la forma en la que se maneja el Congreso. Una de las grandes crí­ticas que se le habí­an hecho al Congreso es que no administraba responsablemente sus recursos, faltaba armar toda la estructura administrativa, racional, organizada y jerarquizada.

– P: ¿La discrecionalidad en el manejo de gasto se acabó?

– R: Uno de los temores que se tení­an entre los propios diputados, era que la Junta Directiva se sustrajera del control de los fondos y que esto ya no permitiera hacer el tipo de clientelismo y el tipo de premios y castigos que suele hacerse en la polí­tica guatemalteca. Esperamos que de esta manera el Congreso se maneje de forma mucho más profesional.

– P: ¿La Presidencia y la Junta Directiva tendrán más tiempo para el trabajo legislativo, porque se crea el cargo de Director General?

– R: Es muy positiva porque de esta manera el presidente del Congreso podrá dedicarse más a fondo en el trabajo legislativo y polí­tico que tiene a su cargo, sin que eso implique por supuesto supervisar periódicamente y exigir cuentas administrativas a los directores financiero, administrativo y auditorí­a.

– P: ¿Qué opinión le merece el personal de apoyo que ahora tendrán los diputados?

– R: Yo voy un poco en contra de la corriente, algunos colegas han dicho que esto es parte de clientelismo, sin embargo, en otros paí­ses, las oficinas de los diputados, no sólo cuentan con un asistente, sino varios, que les ayudan a investigar para preparar mejor sus iniciativas de ley.

Nosotros aún no estamos en ese estadio, pero es un paso positivo, el reto ahora es que esta estructura nueva se maneje con responsabilidad de parte de los diputados.

– P: ¿La transparencia en el Legislativo es cuestión de ley o actitud?

– R: De aquí­ en adelante lo que hay que ver, es cuan transparente es la administración como la ley lo exige, que el Director del Congreso, se tome la molestia de poner a disposición de cualquier ciudadano y no sólo periodistas, que quieran saber cómo está el manejo del Congreso, los documentos que le permitan constatar cómo son invertidos los fondos públicos, eso es fundamental para crear una relación de confianza, pero aparte de eso tenemos la gestión polí­tica, pero esos son otros cien pesos, eso tiene que ver más con la visión de la ley electoral y de partidos polí­ticos.

– P: ¿Cuál es la incidencia de las reformas a la Ley del Congreso y la Ley de Acceso a la Información Pública?

– R: Yo creo que es positivo, se puede agregar que es un punto más a las posibilidades de contarles las costillas a los diputados, de contarles las costillas al estado, no es un secreto de que en el paí­s lamentable tenemos mucho gasto público de pésima calidad y gasto público deshonesto. La Comisión de Régimen Interior debe ser más responsable en la cuestión de los fondos que le ha confiado la ciudadaní­a a ellos, y por otra parte en el término de la ley de acceso a la información en general, es muy positivo de que haya esa posibilidad de exigirle cuentas al Estado.

– P: El rescate de la imagen del Congreso, trasciende más allá de la institución como tal ¿llega ésta a los partidos polí­ticos?

– R: Por supuesto, en primer lugar, se le debe dar más participación a las entidades locales, en la selección de sus candidatos, que realmente deben ser lí­deres de la población y no caciques. En segundo lugar está el hecho que los partidos realmente representen a las localidades de donde eligen diputados, que no se permita postular candidatos a diputados y alcaldes en localidades en los cuales los partidos no tiene representación inscrita- Sólo de esa manera se va a tener un control más cercano, de parte de las representaciones partidarias hacia a los diputados que se elijan y por otro lado está la cuestión de financiamiento, en ese sentido dirí­a que hubiera un financiamiento mayor de parte del Estado, para que hubiera menos dependencia del capital privado y por otra parte que eso implicara una mayor fiscalización de parte de la población, porque si le estamos dando plata de nuestros impuestos a los partidos nosotros tenemos derecho de saber cómo lo utilizan y en qué lo invierten.

Yo creo que fundamentalmente algunos de los cambios de la ley electoral deberí­an de ir por esa ví­a, para mejorar la calidad de polí­tica que tenemos en este paí­s, yo soy creyente ferviente de que no puede haber un Estado sin los partidos polí­ticos, entonces debemos mejorar la calidad de los partidos polí­ticos.

– P: ¿Pero es suficiente a través de más legislación o depende en gran medida también de la actitud?

– R: Por supuesto hay una actitud. Se forma un partido polí­tico para competir por el poder, sí­ la idea es venderlo para mantenerlo se descalifica lo que es la polí­tica. Me gusta una definición de la polí­tica que dice es la actividad que se dedica a la distribución de la manera justa de bienes que son escasos, uno tiene que tener esa visión, si va a llegar al poder es para administrar esos recursos que son escasos y dar de manera pública a la población, pero si la idea es hacer partidos polí­ticos sólo para competir y después venderlos a la púchica.

«…Para mejorar la calidad de polí­tica que tenemos en este paí­s, yo soy creyente ferviente de que no puede haber un Estado sin los partidos polí­ticos, entonces debemos mejorar la calidad de los partidos polí­ticos»

Gustavo Berganza,

politólogo