No, no, no y no


En el Paí­s de la Eterna Primavera, dotado de un pueblo multiétnico, multicultural y multilingí¼e, con su capital «Guatemala de la Asunción», donde está radicada y concentrada la toma de decisiones, la edición e impresión de los principales medios de comunicación social, las cadenas de radio y los canales de televisión abierta y por cable, observamos, especialmente en los medios escritos de mayor circulación, propiedad de accionistas anónimos pero que son muy conocidos, que la mayorí­a de opiniones y editoriales son conservadores, proclives al neoliberalismo y defensores de que el Estado sea lo más pequeño y limitado posible para que así­ el status quo permanezca.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Si se propone una reforma fiscal para no ser el paí­s de más baja recaudación en América, que los impuestos no sean predominantemente indirectos, evitando que principalmente los paguen los asalariados, la clase media, el pequeño y mediano empresario, logrando suficientes recursos para enfrentar y resolver la pobreza, la extrema pobreza, el hambre y la desnutrición, la respuesta es NO.

Si se requiere que la cúpula empresarial regrese los capitales que tiene en el extranjero e invierta en la creación de producción y fuentes de trabajo, con salarios adecuados y así­ reducir la inmigración, la respuesta es NO.

Si se proponen alternativas de endeudamiento público para crear, como lo hizo Franklin Delano Roosevelt, las fuentes de trabajo que tanto necesita el paí­s, ante una crisis como la actual y dotar a la economí­a nacional de energí­a hidráulica mucho más barata que la cogenerada a base de petróleo, la respuesta es NO.

Si se plantea construir autopistas de peaje que acorten las distancias, que permitan el desplazamiento de vehí­culos de transporte pesado, que operen con dos furgones de 40 pies, ahorren combustible y estimulen la importación y la exportación a menores costos, la respuesta es NO.

Si para combatir la pobreza y la extrema pobreza se plantea que ya no existan privilegios, ni cuotas de importación, que se legalice la importación de todo producto con aranceles bajos y la instalación de industrias que rompan los monopolios y los oligopolios existentes en el paí­s, la respuesta es NO.

Si se legisla con el objeto que el patrimonio individual o de empresas jurí­dicas sea transparente, sin acciones al portador y que no se puedan utilizar subterfugios, argucias jurí­dicas o paraí­sos fiscales, evitando la evasión y la elusión, la respuesta es NO.

Si se propone fortalecer la democracia, independizar a los partidos polí­ticos de las dádivas o de las contribuciones económicas de quienes en el fondo pretenden y logran el subdesarrollo social y democrático y continuar manipulando, gobernando en detrimento de la mayorí­a de los guatemaltecos, la respuesta es NO.

No importa si las soluciones y los planteamientos vienen de frente, de lado, de arriba, de abajo o por la retaguardia, las élites de poder, sus discí­pulos, extensiones o voceros de sus opiniones e intereses, expresan públicamente, a través de sus medios radiales y escritos o de canales por cable, que Guatemala debe mantenerse en la subordinación, en la ignorancia, en la inseguridad, pobreza y extrema pobreza, porque eso es lo que a la cúpula económica le conviene, por ello quieren un gobierno débil, un Congreso pequeño, desprestigiado y subordinado que le haga los mandados. También quieren alcaldí­as ineficientes, en sí­ntesis quieren el subdesarrollo y para ello la repuesta a todo es NO, NO, NO Y NO.