La primera oportunidad de que Corea del Norte lanzara un cohete pasó el jueves sin que hubiese noticias del acontecimiento, pero tampoco indicios de que Pyongyang piense abandonar el empeño de probar su tecnología, considerada por Estados Unidos y sus aliados como un paso para la construcción de misiles balísticos.
La ventana de lanzamiento para lo que Corea del Norte dice ser un satélite de observación es de una semana, coincidiendo con los festejos del centenario del nacimiento de Kim Il Sung, el fundador del país comunista. Su nuevo líder, Kim Jong Un, ha recibido tres títulos nuevos para conmemorar el aniversario.
Corea del Norte dijo que lanzará el cohete entre las 7 de la mañana del jueves y el mediodía del lunes, hora local. Los funcionarios espaciales mostraron a los periodistas extranjeros el miércoles el centro de control del lanzamiento y dijeron que el misil era cargado de combustible.
Las pobres condiciones climatológicas seguramente habrían impedido el lanzamiento del jueves, dijo el jefe de emergencias de Filipinas Benito Ramos, según los informes recibidos del mando militar filipino, puesto al día por sus contrapartes de Estados Unidos y Japón.
Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y otros países consideran que el lanzamiento sería una provocación y violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra las pruebas nucleares y de misiles. Los especialistas dijeron que el Unha-3 es parecido al tipo que puede transportar una ojiva nuclear capaz de alcanzar Estados Unidos y otros objetivos.
El parlamento japonés adoptó el jueves una resolución de condena en caso de que el cohete sea lanzado.
«Un lanzamiento es una provocación grave que afectaría la paz y estabilidad en la región que incluye nuestro país», dijo el primer ministro Yoshihiko Noda, al leer una resolución adoptada por unanimidad en la cámara baja del parlamento. «Pedimos a Corea del Norte que se abstenga y no realice el lanzamiento».
El Ministerio de Defensa surcoreano dijo que está preparado para abatir el misil si entra en su espacio aéreo.
Corea del Norte niega que el lanzamiento tenga otros fines que no sean pacíficos, como la colocación en órbita del satélite Kwangmyongsong-3, diseñado para transmitir imágenes e información sobre cosechas y agricultura.