NO JUZGUES…


No juzgues para no ser juzgado, acuérdate de Gandhi,
con sus tres monos sabios.

Aun no hables mal de tu padre,
aunque él te odie y por medios innobles

Eduardo Alfonso Luna Estrada
Céd. A-1 309873


te haya tratado de quitar la vida;
déjalo en manos de Dios y verás que por sus

pecados y delitos, Dios borrará su nombre del libro
de la vida y a consecuencia de eso

irreversiblemente morirá eternamente. Pero si tú
aun en tu adolescencia te enfrentas
hasta a la muerte con gran valentía y heroísmo,

Dios te defenderá de tu mal padre, aunque este te haya
echado al mismo demonio y a la misma muerte encima, verás la respuesta.

Yo te aconsejo para merecer esto
hagas el bien aun a tus enemigos.

Si tú tienes conocimiento para sanar y prolongar vidas,
hazlo sin cobrar, el dinero no es sinónimo de felicidad;

ejecútalo por piedad y misericordia, aun a tus enemigos,
para que Dios las tenga de ti, para que Dios te bendiga
y tu nombre brille en el firmamento como una estrella de la mañana.

Un mandamiento ordena honrar padre y madre,
aunque tu padre te niegue el pan de cada día;

no hables mal de él y bendícelo,
eso hace un hombre verdadero e hijo de Dios, y tú lo eres.

Si Dios te dio conocimiento,
instruye a la gente, pero tampoco digas todo lo que sabes.

No te digo que ames a la humanidad,
eso es un imposible, ama y sirve a quien necesite de ti,

aunque no lo conozcas, si así lo crees conveniente.
Honra a tu madre que es una dama,

sírvela hasta el último día de su existencia humana,
el día y la hora, solo Dios, pero para ti, solo triunfos y satisfacciones.

Lleva una vida ejemplar ante los demás,
y no juzgues para no ser juzgado, gánate el respeto y admiración

de los demás, cállale la boca a los envidiosos,
y lo más importante ser amado y respetado en los cielos,

con grandes bendiciones de Dios, para que Él te diga
algún día: Ven a mí hijo mío, estoy satisfecho de tus obras.

Y no que seas expulsado del reino de Dios,
para perderte en el espacio

o ser conducido al nefasto infierno; tú que prefieres ante eso,
¿hacer el bien o el mal?, si haces el bien la gloria ganada tendrás,

pero si haces males sin fin,
no deseo que te encuentren fallecido
a manos de los enemigos que te buscaste

y a la vera de un río que sirva de desagüe,
¿tú que prefieres? alma de mi alma.

La fruta mala cae por ruina, si te difaman injustamente
el árbol bueno que plantaste dará fruta maravillosa
y virtuosa de defensa,

coséchala en su momento preciso, para que todos se den cuenta
que tu buena fe y tus obras pueden más,
y el que te difamó injustamente, ante la presencia de Dios y el prójimo,
quedará como un vulgar ladrón de honras.

Al enemigo si así se le puede llamar se le vence echándole encima
los mantos de la prudencia, piedad, misericordia,
servicio, cariño, aprecio, estimación y el de intérprete mi silencio.

El golpe del mudo ese es el más seguro.
No te enfrentes jamás al poder más grande del universo que es Dios,
porque irreversiblemente perderás por las razones consideradas.