No hubo mucha diligencia


Cuando el Fiscal General y la Secretaria General del Consejo del Ministerio Público vinieron a La Hora para afirmar que la acción de acoso a La Hora habí­a sido inconsulta, dijeron que de inmediato realizarí­an una investigación sobre el hecho y que de los resultados nos informarí­an. Han pasado ya varios dí­as y por supuesto que el Ministerio Público no ha mostrado la misma celeridad que evidenció cuando se trató de enviar a investigadores a este medio para indagar por qué reporteros nuestros habí­an visitado la oficina hasta entonces secreta donde se procesan los datos de Mi Familia Progresa.


Alguien dijo en aquella oportunidad que nos podí­amos sentar a esperar el informe que ofreció el Fiscal Velásquez Zárate porque el mismo nunca llegarí­a toda vez que una acción así­, tan directa contra un medio de comunicación, no la podí­a tomar un empleado menor sin consultar previamente con sus jefes. Relatamos cómo una denuncia de La Hora sobre un robo perpetrado en nuestras oficinas, no movilizó la maquinaria de la justicia con la premura con que lo hizo la denuncia que hicieron los personeros de Cohesión Social en contra del medio y eso confirmaba plenamente que en el MP se mueve la hoja del árbol cuando alguien de muy arriba da las órdenes pertinentes. Dimos un compás de espera para recibir la información que tení­a que ser clara y precisa. Quién hizo la denuncia, aunque el Fiscal General en la reunión en La Hora dijo que habí­a sido el vocero de la entidad de gobierno, y por qué el fiscal a cargo de la investigación envió a personal del Ministerio Público a indagar en La Hora sobre los reporteros que hicieron el hallazgo del lugar secreto. Evidentemente no hay intención de esclarecer lo que ocurrió porque es obvio que se trata de una acción que responde a presiones superiores que debieran ser inadmisibles en el ente encargado de la investigación penal en el paí­s pero que, desafortunadamente, son la norma de cómo funciona nuestro sistema. Nunca hay recursos ni personal para perseguir a los criminales, pero sí­ los hay para usar los recursos públicos para acallar las voces crí­ticas y para actuar en complicidad con quienes hacen micos y pericos para ocultar información a la que el pueblo tiene derecho. Tení­a toda la razón el lector de La Hora que comentó en la página web del diario que nos sentáramos a esperar porque el tal informe no llegarí­a. Pero la falta de acción es una acción en sí­ misma y dice a lo mejor mucho más de lo que nos pudo decir un informe de pura palabrerí­a.