Grupos se forman en lugares públicos y privados cuando hay un acontecimiento deportivo como fue el juego del Real Madrid contra el Atlético. No podemos decir que ese juego no motivó a los espectadores que realmente participaron activamente mientras vieron el partido. Nadie se aburrió ni tuvo falta de atención aunque alguno esté diagnosticado con déficit de atención e hiperactividad en su establecimiento educativo.
Fue impresionante ver en los restaurantes, la cantidad de gente viendo las múltiples pantallas mientras se comunicaban y socializaban con los compañeros de las mesas propias y las vecinas, formando todos un grupo con un mismo propósito.
En otro escenario, participo en presentaciones interactivas vía internet, sobre temas educativos, dos veces al mes. Se aprende mucho de otras personas mientras se intercambian ideas, opiniones y criterios con los participantes. Además de escuchar, hablar, ver diapositivas, se puede tomar notas y luego de la actividad se puede “bajar” un documento con las diapositivas impresas y con espacio para añadir sus propias ideas. No hay aburrimiento y sí hay un proceso de aprendizaje.
Las continuas quejas sobre la realidad de la educación en Guatemala se manifiestan en no hay dinero, no hay suficientes maestros bilingües y maestros que radiquen en el departamento en el que trabajan, no hay suficientes aulas adecuadas, el Mineduc no puede construir directamente, no hay suficientes libros y cuando hay llegan tarde, no hay textos bilingües en todos los idiomas y para todas las materias, no hay suficientes materiales educativos culturalmente apropiados, no hay suficiente énfasis en la educación inicial, no hay suficiente tiempo, ni tecnología en el aula, no se da una alimentación apropiada, no es suficiente el sueldo y así la lista (discutible en varios de sus señalamientos), se pierde en el infinito de los “no hay suficiente…”
Lo anterior no es una crítica pero sí es una fotografía de la realidad educativa. Si estamos conscientes de esas carencias, que nunca se podrán satisfacer porque la población aumenta y siempre es diferente, ¿Por qué seguir con el mismo modelo educativo de todo el tiempo tratando de remediar los “no hay suficiente…”? cuando perfectamente bien se puede crear un modelo propio que atienda esas situaciones ahora y en los próximos veinte años. Además de los puntos temáticos, ese modelo ejercitaría las habilidades de socialización, colaboración, comunicación, resolución de problemas y pensamiento crítico y creativo.
Hasta aquí he señalado las críticas constantes que se hacen a nuestro modelo educativo; las críticas hay que analizarlas a la luz de una realidad que lastima al país y también a la luz de las tendencias que diariamente se manifiestan en la sociedad guatemalteca que evoluciona rápidamente y se debate desorientada y confundida. ¿No es el Mineduc, rector de la educación en el país, quien debe crear un nuevo modelo educativo para sus habitantes, que dé carácter y afiance la identidad de los guatemaltecos?
La semana entrante expondré algunas tendencias que señalan el camino para la transformación de ese modelo.