No hay peor lacayo…


Editorial_LH

Lacayo es un término que define al servil, al rastrero, y la definición que el mismo Diccionario de la Real Academia de la Lengua hace del rastrero es en realidad dura porque dice que equivale a bajo, vil y despreciable. Resulta pues, un concepto muy duro, pero no hay otro que pueda servir para definir la actitud de ciertas personas que para limpiarse de prejuicios en su contra, se muestran así, serviles y rastreros, con el poderoso, sobre todo cuando nominalmente fueron sus adversarios en algún tiempo.


En nuestro país ocurrió cuando quien como Procurador de los Derechos Humanos había sido crítico del Ejército, se convirtió en su lacayo en la Presidencia para acabar con cualquier sospecha en su contra. Y ahora vemos en la política contra las drogas, cómo quien fuera electo como candidato de la exguerrilla salvadoreña, se presenta hoy como el más servil y rastrero defensor de la fracasada política norteamericana en la lucha contra el narcotráfico. El señor Funes no pudo ni tener recato para someterse, porque bastó el tiempo que le tomó para volar de Guatemala a San Salvador para desdecirse y abrazar con todo vigor y entusiasmo lo que dispuso Washington.
 
 Ayer el vicepresidente de Estados Unidos, John Biden, llegó a la cumbre de presidentes centroamericanos para demandar más compromiso de la región en la lucha contra el narcotráfico. Como generosa contrapartida para los muertos que pone la región, ofreció “gestionar” ante el Congreso de su país un aumento de 107 millones de dólares para el próximo presupuesto en ayuda hacia la región. Sin contar a México, cada uno de los seis países que ayer estuvieron representados recibiría, si el Congreso tomara en cuenta la solicitud del gobierno de Obama, la estratosférica suma de 17.83 millones de dólares, lo cual debe haber puesto a temblar a los cárteles de la droga, sin duda alguna.
 
 Mientras en Centroamérica tengamos esquiroles como Funes, tenemos que olvidar cualquier esfuerzo por replantear el tema de la responsabilidad que hay para combatir el narcotráfico porque persistirá el concepto de “Saludo Uno, Saludo Dos”, que es lo que muestra el líder de los guerrilleros salvadoreños que durante años se enfrentaron a un Ejército armado y patrocinado por los Estados Unidos.
 
 La forma en que el señor Funes gobierne a su país es algo que atañe únicamente a él y a su pueblo, pero su comportamiento en el plano regional y la actitud servil que contrasta con la que ha tenido la gobernante de Costa Rica, es algo que se convierte en tema de interés para los otros países de  Centroamérica. Repetimos que ni siquiera se cuidó por guardar apariencias, sino que abrazó la tesis de Washington siendo, literalmente, más papista que el Papa.

MINUTERO:

Mantener fideicomisos
es para darles permisos
a que todos los ladrones
se harten hasta los cojones