“No habrá más deuda”: Una promesa de Pérez Molina, hecha para no cumplirse


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Durante la campaña proselitista, el ahora presidente Otto Pérez Molina criticó el endeudamiento adquirido por la administración de Álvaro Colom y prometió que en su gestión no habría más deuda pública; entonces, las cabezas del Partido Patriota aseguraron que con una buena administración de los recursos públicos y transparencia no sería necesario adquirir compromisos financieros.

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POR CINDY ESPINA
cespina@lahora.com.gt

Sin embargo, en la actualidad, el Ejecutivo ha presentado un presupuesto que requiere obligadamente de la emisión de bonos y de la adquisición de préstamos, convirtiendo el ofrecimiento del mandatario en un discurso vacío e irreal.

En el olvido quedó el discurso que el presidente Otto Pérez Molina repetía durante su campaña que no habrá más deuda. Sus palabras se las llevó el viento, pues lo que aprobó el mismo mandatario para su gestión es un presupuesto repleto de agujeros financieros, que está dispuesto para ser completado con endeudamiento.
 
También muy lejos están los días cuando la exdiputada, ahora vicepresidenta, Roxana Baldetti, lideraba la bancada del Partido Patriota en el Congreso y se negaba a apoyar cualquier iniciativa de ley que trajera consigo la aprobación de préstamos y Bonos del Tesoro, argumentando que con una buena administración de los recursos y transparencia no era necesario adquirir compromisos financieros.

Baldetti estaba al frente del contrapeso legislativo de la bancada oficial, que era la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Desde esa época se afirmaba que sería ella quien acompañaría a Otto Pérez Molina como vicepresidenciable y, además, sabía que muy pronto Molina y ella controlarían la Presidencia y el Congreso. Lo que no se sabía era que el dúo presidencial iba a incurrir en la práctica que criticaron incisivamente a sus enemigos políticos.

Varias fueron las ocasiones en las que Baldetti elevaba la voz en el Congreso para expresar su indignación por la aprobación de préstamos y bonos, ya que para ella era “indignante”, “preocupante” e “irresponsable” que el Estado siguiera incrementando la deuda pública, según consta en el diario de la sesión ordinaria 029 del Congreso, del periodo 2009-2010. Por otro lado, muy lejos de cualquier edificio público se encontraba el presidente Otto Pérez Molina ante miles de personas, alzando el puño y vociferado su supuesta política de responsabilidad financiera.

Incluso, el 15 de noviembre del año pasado, el actual ministro de Finanzas, Pavel Centeno, dijo a La Hora: “para pagar la deuda se tiene que programar en el presupuesto, porque lo que ha sucedido es que se contrata deuda para pagar deuda, y eso significa que ya no tenemos los recursos suficientes para honrar nuestros compromisos”.

HISTORIA DE CONTRADICCIONES
A finales del mes de julio de 2009, la ahora Vicepresidenta logró con mucho éxito bloquear la aprobación de Bonos del Tesoro por Q3 mil millones. Esta maniobra del PP tiró a la borda en dos horas dos semanas de cabildeo político de la UNE.

Para esto, la bancada del PP propuso 16 puntos en la agenda legislativa, para que fueran discutidos previamente al punto que indicaba la aprobación de la iniciativa sobre los bonos.

En esa ocasión,  Roxana Baldetti y Valentín Gramajo, actual jefe de bancada del PP, se reunieron  afuera del hemiciclo, a puerta cerrada con Roberto Alejos, que en aquel entonces era el presidente del Congreso y representaba al oficialismo. Al final de la jornada no se llegó a ningún acuerdo y Baldetti dijo: “No nos interesa, porque no estamos haciendo gobierno”, de acuerdo con una publicación del matutino Prensa Libre del 28 de julio de 2009.

Lo que antes hacía el PP con la UNE, ahora lo hace la bancada Lider, que constantemente le recuerda al bloque oficial las palabras del mandatario y la Vicepresidenta cuando se oponían a los préstamos.

En esta gestión, el PP ha aprobado préstamos equivalentes a US $110 millones -un compromiso para el mejoramiento vial entre las Verapaces e Izabal–  y US $569.4 millones –cuatro compromisos para la compra de aviones y radares, y proyectos carreteros.

Para este año, el presupuesto aprobado por el Congreso –con todo el respaldo del PP y sus aliados– contempla un endeudamiento público interno por Q5,416,500,000 –bonos– y préstamos externos de largo plazo por Q7,318,400,000, aunque ese estima abonar cerca de  Q8 mil 934 millones 098 mil 089 al servicio de deuda.

El año pasado el PP también pretendió aprobar Q3,500 millones en bonos, los que iban a ser destinados a saldar la deuda flotante del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi) y el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), el cual fue cerrado en enero de este año por la corrupción existente en dicho fideicomiso, pero finalmente no se concretó esa idea. El ministro Alejandro Sinibaldi sigue insistiendo en el pago de la deuda flotante.

Además, en la Comisión legislativa de Finanzas y de la Moneda existen tres iniciativas de ley que buscan aprobar préstamos por un monto total de Q2,110, 416,970.16 millones, para cargarlos a la deuda pública, que en la actualidad corresponde al 24.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2012. 

Todo esto sin considerar un vacío de Q1.8 millardos que podrían dejar las impugnaciones a la fallida Ley de Actualización Fiscal, que se puede aumentar la  deuda o traducirse en una reducción de gasto.

MENTIRA RECURRENTE
El politólogo de Instituto del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, Hugo Novales, explicó que hay dos causas por las cuales los políticos ofrecen no endeudar al Estado.

Una es porque con esa propuesta se les vende la idea a los ciudadanos de que ya no pagarán más impuestos; si se les dice que van aumentar los tributos, la noticia aterra a la población. La número dos es que a los ciudadanos no les gusta escuchar que aumentará la deuda “porque los votantes no son tontos” y saben que con esto pueden reducir los gastos del país.

El politólogo agrega este tema es muy importante y se encuentra aún muy latente en el imaginario de los guatemaltecos, debido a la inflación de los años 80 en Latinoamérica. Es por esto que Novales atribuye lo dicho en campaña por Molina a una práctica electoral que responde a lo que “el votante quiere escuchar”.

El politólogo agrega que el mandatario fue un “demagogo en su discurso” y destaca que es importante criticar el comportamiento de los partidos políticos, en cuanto a que no tienen una función técnica, ya que no mantienen un grupo de investigación, donde se ubiquen los verdaderos problemas del país, para darles una solución. Es por esto que sólo repiten mensaje sin fundamentos, donde nunca se identifica lo que realmente urge solucionar.

El analista económico del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), David Casasola, explica que el grupo más interesado en que la deuda no aumente es el sector privado empresarial y las empresas internacionales que invierten en el país, ya que son más afectados por la inestabilidad que los guatemaltecos de clase media o baja. Esto debido a que a los empresarios les interesa y atrae más establecer su inversión en un país con estabilidad financiera.

El analista dijo que es irresponsable de parte de un político decir que “no habrá más deuda”, ya que es imposible que en Guatemala no exista un presupuesto financiado sólo en base a la recaudación tributaria, porque es mentira, asegura Casasola.

El problema no es la deuda, porque el 24. 8 por ciento de deuda sobre el PIB no es muy alarmante. El problema que con la carga tributaria que genera el país no se puede aumentar mucho el pago de la deuda pública, ya que Guatemala tiene el 12 por ciento en recaudación de impuestos, lo cual hace que éste país sea el más bajo en Latinoamérica en recaudación a base de tributos, explicó el economista.

Casasola indica que la solución a esto no es “no aumentar la deuda”, como decía Molina durante sus discursos de campaña, sino que recaudar más impuestos, ya que si esto se hace, lo adquirido en deuda no sería usado como discurso para atraer votantes o como argumento de la bancada opositora, explicó el analista económico.

Es aquí donde Casasola menciona los problemas de la fallida actualización fiscal, donde el Estado puede dejar desfinanciado al presupuesto por un monto de 1.8 millones de quetzales debido a las múltiples impugnaciones impulsadas por cámaras empresariales, empresarios y auditores, que podría ser apoyadas por la justicia.

El analista económico comenta que para llenar este vacío presupuestario es mejor utilizar la vía del recorte del gasto, y no mediante préstamos y bonos, ya que con esto último se dejaría a disposición de los diputados el completar el financiamiento del presupuesto, “que ya vimos que no es buena idea, porque aprobaron un presupuesto con muchos agujeros financieros”, agregó.

El presupuesto que planteó el Ministro Finanzas y la Comisión legislativa de Finanzas, la cual estaba integrada por mayoría de diputados del PP,  contemplaba la estimación de lo que supuestamente se iba a obtener en recaudación tributaria por la Ley de Actualización Fiscal, la cual se aprobó de urgencia nacional sin que la mayor parte de los diputados la leyera o analizara.

El PP propuso un presupuesto de gastos para el 2013, que contradice de nuevo las palabras que el mandatario Molina emitió durante su campaña, ya que además de la contratación de deuda que ya se dio,  con el agujero financiero que generaría un  déficit de 1.8 millones de quetzales en el presupuesto, como se mencionó, estaría dando la alternativa de adquirir más deuda. Hasta ahora el 33 por ciento de la reforma tributaria ha sido impugnada.

El diputado de la bancada Compromiso Renovación y Orden (CREO), Álvaro González Ricci, afirma que los diputados no leyeron la Ley de Actualización Fiscal y que de manera “irresponsable” aprobaron dicha Ley.

Según Ricci, la bancada CREO tenía un paquete de enmiendas, las cuales coinciden con los artículos que se impugnaron ante la CC, pero indicó que en aquella fecha no las presentaron porque la bancada del PP le dijo que ese era “el momento político” para aprobarla.

El legislador agregó que por eso no apoyaron el presupuesto, ya que sabían que quedaría debilitado, por los agujeros que dejaría la reforma fiscal y añade que la única manera para solucionar eso es mediante el ajuste de gasto, lo cual no puede generar repercusión si se hace con austeridad, explicó.

Ricci agrega que lo dicho en campaña por el presidente Molina fue “mercantilista”, ya que éste no fue el responsable de aprobar el presupuesto de año 2012 pero su bancada y aliados sí son responsables por el presupuesto del presente año  y coincide con Casasola, ya que considera que en Guatemala no se puede cubrir un presupuesto sin recurrir a la deuda.

El diputado considera que sólo fue una “oferta mercantilista decir no más préstamos”. “Antes, el Presidente fue diputado y la Vicepresidenta también fue diputada, es al partido que tocaba, ellos estaban más que claros que tenía que endeudarse para cubrir el gasto”, indicó. “Son ofertas clientelares que han hecho todos los políticos”, concluyó.

…se dejaría a disposición de los diputados el completar el financiamiento del presupuesto, “que ya vimos que no es buena idea, porque aprobaron un presupuesto con muchos agujeros financieros”.
David Casasola
CIEN

En la actualidad la deuda corresponde al 24.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2012.