En el sindicato de empleados del hospital Roosevelt se percibió el alivio que empieza a disipar preocupaciones por desempleo, temor que reinaba en trabajadores de los patronatos que por decisión gubernamental, ahora deben transformar su dinámica de servicio y suprimir los cobros obligatorios.
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Según el líder sindical Aníbal Flores, en reuniones recientes con autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y del hospital informaron que podrían ir absorbiendo a la mayoría de empleados operativos que laboran en los servicios básicos de los laboratorios.
El personal vital como enfermeras, servicio de limpieza, operadores de rayos «x», técnicos de laboratorio, químicos biólogos, ultrasonido y otros pasarían a ser trabajadores bajo el renglón 022 con fondos privativos de ese centro asistencial, asegura.
El riesgo de desempleo estaría latente para personal administrativo o de asesoría que no es vital para la salud pública en este caso, y, porque no habría fondos suficientes para cubrir salarios de acuerdo al presupuesto de ese hospital nacional, explicaron.
Sindicalistas reflexionaron que desde el gobierno de Alfonso Portillo hay 300 plazas operativas congeladas, aquellas que ahora pueden ser cubiertas por esos trabajadores quienes corren riesgo de ser despedidos como han manifestado los dirigentes de los patronatos de la salud pública.
Recientemente el Ministerio de Salud Publica giró una orden para evitar que los pacientes tengan que pagar por exámenes de sangre, orina o diagnósticos y adquirir materiales costosos, los cuales debía cubrir cada paciente y que algunas veces por falta de recursos, suspendía su tratamiento.
La prestación de servicios con costo es una política dictada durante gobiernos anteriores, desde ílvaro Arzú, luego continuó con Alfonso Portillo hasta í“scar Berger, pero que vino a cambiar su rumbo, por la decisión del gobierno actual, indicaron. El Roosevelt y otros centros asistenciales nacionales, atienden a diario aproximadamente más de mil 500 pacientes.