Más de 11 millones de chinos, en su mayoría obreros migrantes en la sureña provincia de Guangdong, abandonaron toda esperanza de regresar a sus hogares para festejar el Año Nuevo lunar, a causa del bloqueo ferroviario provocado por las tormentas de nieve, aunque el tráfico tienda a normalizarse.
El tráfico ferroviario, paralizado el pasado fin de semana por las inclemencias del tiempo en varias provincias de China, volvía a ser prácticamente normal hoy, afirmaron los medios de comunicación chinos.
Las estaciones seguían no obstante abarrotadas de gente que intentaban viajar a sus pueblos y ciudades de origen para festejar el Año Nuevo lunar, la mayor festividad china.
«A escala nacional, 95% o más del sistema ha vuelto a la normalidad», declaró el portavoz del ministerio chino de Ferrocarriles, Wang Yongping, citado por el Beijing Times.
La circulación de los trenes se reanudó ayer en las provincias del sur y del este, afectadas desde mediados de enero por la nieve y las lluvias, que terminaron por cortar los medios de transporte a fines de la semana pasada.
Desde el 25 de enero, 5.8 millones de personas vieron sus trenes retrasados o anulados, mientras en los aeropuertos 3 mil 250 vuelos eran suprimidos y 5.500 aplazados, según cifras oficiales.
Millones de personas buscan en este momento regresar a sus pueblos o ciudades para pasar las fiestas del Nuevo Año chino.
Algunos, sin embargo, parecen haber renunciado a ello. La agencia Xinhua, citando responsables de la provincia del Guangdong, indicó que más de 11 millones de obreros migrantes, empleados en esta provincia del sur del país, habían abandonado toda esperanza de regresar.
Las pérdidas económicas causadas por las tempestades se elevan ya a 7.500 millones de dólares, indicó hoy el ministerio de Asuntos Civiles.
La Oficina Nacional de Meteorología anuncia que nueve provincias del centro-este y sur volverán a tener mal tiempo en las próximas horas.
El gran frío comenzó el 10 de enero, pero el ejército chino sólo fue llamado como refuerzo esta semana, pocos días después de la parálisis total de los transportes.
Las redes de telecomunicaciones y de electricidad se vieron severamente afectadas también.
Paralelamente, 1.76 millones de personas debieron ser evacuadas en condiciones bastante difíciles, según las autoridades, mientras que al menos 60 murieron en accidentes causados por el mal tiempo.
«Es raro ver destrucciones de esta magnitud», comentó Zou Ming, jefe adjunto del departamento de socorros de emergencia del ministerio de Asuntos Civiles.
Cerca de 223 mil construcciones se derrumbaron a causa de las condiciones climáticas extremas que también dañaron otras 862 mil.
El gobierno autorizó importantes auxilios monetarios y ordenó a las autoridades locales contribuir con los esfuerzos, afirmó Zou Ming.