La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el grupo de países amigos, han planteado la necesidad de avanzar con las modificaciones a la Ley de Comisiones de Postulación que busque que los mejor calificados sean quienes terminen beneficiados en el proceso.

Sin embargo, estas modificaciones no son el procedimiento más urgente ni el más necesario. El problema está en cómo se integran las Comisiones de Postulación y la facilidad que hay en Guatemala para crear universidades que con sus facultades de Derecho se integran a un proceso de postulación haciendo mayoría sin enfrentar problema alguno. Esto, sumado al papel ya tradicional de algunas “reconocidas” universidades privadas y el control que ha habido del Colegio de Abogados y su Tribunal de Honor.

  El proceso de postulación es una demostración de fuerza y control de aquellos que mantienen maniatadas las instituciones del Estado. Cuando se pide honorabilidad a los candidatos, resulta que ni los mismos comisionados tienen que contar con ella para ser “electores”.

  Sería importante que se hagan los cambios que las entidades están planteando, pero más importante sería que se fortalezca y se resuelva el proceso de integración de la postuladora para que sean verdaderos interesados en el fortalecimiento institucional del país quienes lleguen a realizar el trabajo.  Hoy por hoy, es como que a asaltantes de bancos los nombraran para cuidar la bóveda del Banco Central.

  Cada vez que se ha hecho un esfuerzo por enfrentar  los poderes ocultos que tienen secuestradas las instituciones para mantener el control de la corrupción y los beneficios que genera el Estado, ha sido evidente la reacción de los sectores que, generalmente muy conservadores, no quieren que se den los cambios que reorienten el funcionamiento del Estado para el beneficio de los ciudadanos.

  Tras el último período en el Ministerio Público y algunos avances obtenidos, dichos grupos entendieron que no pueden correr el riesgo de perder el control y que esto termine en una amenaza al statu quo.  Si las modificaciones se orientan a que los mejores calificados sean los que integran el listado, encontrarán la fórmula para bajarle en las notas a quienes no les convengan.

  Es por ello que nosotros insistimos que hay que ir más allá porque no es suficiente el pedido que hacen de modificar la ley para hacer el listado. La principal modificación es la de quienes integran las Comisiones de Postulación porque debe ser un grupo de personas que, sin ninguna duda, hagan una demostración clara de querer fortalecer institucionalmente al Estado y de ser garantes de la Justicia como tal. Mientras tanto, vemos a un grupo fuerte y descarado de defensa de la corrupción y la impunidad.

   
Minutero
Con reformitas legales
no se erradican los males;
un sistema tan inmundo
quiere cambio más profundo