Niños sicarios y decapitadores ¿culpa de quién?


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El tema de hoy es bastante delicado, pero debe tratarse desde una perspectiva de encontrar soluciones y no sólo de hacer denuncias; por ello es que llamo la atención de las autoridades policiales y de los DOS CANDIDATOS a presidir el próximo gobierno de Guatemala.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

 


     En principio: ¿cuándo se van a reunir con el actual jefe de la Policí­a Nacional Civil, para que, por lo menos, estén enterados de primera mano acerca de la gravedad que deja la estela de criminalidad en el paí­s? OJALí no respondan con la paja de que tienen su agenda llena, o que de eso se encargarán dos o tres gatos de segunda; necesitamos que de verdad se enteren ellos de la verdad verdadera en relación al crimen, y no sólo por medio de los periódicos escritos, televisivos, radiales, internet o la que les pintan
sus asesores de campaña.

       De una reunión como la sugerida, podrán tomar elementos que sirvan para la consolidación, sustentación o fundamento de algunas de las polí­ticas de seguridad que deberán implementar a partir del 14 a las 14.  Además, no es mucho pedir, ya que es una obligación que desde ya tienen para con el pueblo elector y más para con quienes no votan aún, pues son carne de cañón o ví­ctimas de la delincuencia organizada, desorganizada, gubernamental, común o personalizada o municipalizada.

       Es tremendo vivir en un paí­s donde las decapitaciones se están volviendo comunes como un acto de castigo, revancha, escarmiento, represalia o desquite, o tal vez simplemente como una muestra de la degradación moral en que vive gran parte de la juventud sin opciones de acceder a un futuro cercano mejor; y lo peor, es que los verdugos, de acuerdo a las noticias conocidas y otras vox pópuli, son jóvenes sin acceso a la educación que aún no superan la veintena de años.

       Y los que sí­ tienen educación, que asaltan y violan a bordo de vehí­culos lujosos en la zona 10, 14 y 15 no se salvan de estos señalamientos, puesto que la conducta delictiva que realizan es tan punible como la que hacen otros sectores juveniles marginados.

       El tí­tulo de este artí­culo pregunta de quién es la culpa de este tipo de acciones ejecutadas por jóvenes; ¿del Estado que no proporciona los medios de PREVENCIí“N social para aplicarlos en la sociedad?

       Lo anterior, ¿culpa de quién? DE LOS POLíTICOS Y FUNCIONARIOS LADRONES que han despellejado al paí­s con apropiaciones indebidas, hurtos, privatización de bienes nacionales, robos descarados (IGSS 352 millones, Congreso 82 millones, Finanzas del Ejercito XXX millones),  hueveos fideicomisariados y otras formas de esquilmar el erario público en detrimento de la sociedad.

       Por eso, es necesario que los candidatos presidenciales se reúnan con los jefes policiales a fin de enterarse de la verdadera realidad, para tomar en cuenta tales aspectos y planificar acciones con sus posibles funcionarios de seguridad. ¿Se dan cuenta del por qué es necesario conocer a los futuros funcionarios de seguridad? Después de eso, tal vez decidiremos por quién votar.