Niñez trabajadora, un problema en incremento


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En Guatemala existen actualmente 1 millón 200 mil niños y niñas trabajadoras y cada vez en edades más tempranas, entre los 4 y los 7 años, en diferentes situaciones laborales, lo que preocupa, pues a pesar de existir la ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, no se cumple, declaró el comunicador Nicolás Pacheco.

GUATEMALA Agencia CERIGUA

Pacheco, coordinador de la comisión de comunicación del Movimiento Social por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud de Guatemala, dijo a Cerigua que en este país se está incrementando el fenómeno de dar a niños y niñas en supuestas “cadenas familiares”, que trasladan a los infantes y adolescentes a las principales urbes.

Los niños y niñas son colocados en negocios de barrios y tortillerías; sus “empleadores” supuestamente envían a cuentas de los padres 300 quetzales semanales, con lo que éstos quedan satisfechos.

Recientemente la Procuraduría General de la Nación (PGN) rescató a un grupo de 34 infantes y adolescentes, hacinados en una casa, donde sobrevivían en malas condiciones y eran enviados a sus trabajos; al cabo de dos o tres meses los regresaban a sus lugares de origen y traían a otros.

Esta situación también invade y trasgrede la cultura de los pueblos, pues las familias en condiciones de pobreza, en departamentos como Totonicapán, Quiché y Huehuetenango envían a sus hijos e hijas a con estos grupos y reciben un dinero a cambio, con lo que se naturaliza el problema.

Cada vez es más la niñez trabajadora en ventas ilegales de combustible, elaboración de cohetillos y picapedreros, que además son trabajos de alto riesgo; recientemente en un municipio de Guatemala hubo dos explosiones en fábricas artesanales de cohetillos, donde dos infantes resultaron víctimas; Héctor quedó con el 97 por ciento de su cuerpo quemado y Vilma, su prima, casi pierde sus dos manos.

A decir de Pacheco, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, comparten el incremento de la pobreza y pobreza extrema, hasta la miseria, lo que arroja a las familias a que tomen este tipo de acciones, sin embargo, no hay datos exactos.

El especialista reiteró que a las leyes preventivas “les faltan dientes”, por el contrario sí se aplican otras a la niñez en conflicto, cuando se cometen delitos, se incorporan a pandillas y hasta en el sicariato; ahí sí hay un reflejo de la ley y se ve constantemente en los medios de comunicación.

El coordinador de comunicación del Movimiento Social por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud de Guatemala, manifestó su alarma ante esta situación e hizo un llamado a la sociedad para poner más atención al problema.