Niñez guatemalteca bajo fuego


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Esta semana ocurrieron en el país varias muertes violentas de niños que conmocionan e indignan. La mayoría de las víctimas perdieron la vida por heridas mortales ocasionadas por disparos de arma de fuego. En ocasiones, las inocentes vidas arrebatadas a los niños, son el resultado de balas perdidas, disparadas al aire por la irresponsabilidad de desconocidos, quienes accionan las armas y como victimarios quedan en la impunidad.

Factor Méndez Doninelli


Otras veces, las muertes son provocadas por asesinos psicópatas que pertenecen a grupos armados que sirven a empresas transnacionales.

El asesinato de dos niños indígenas Q´eqchí, David Estuardo Pacay Maaz  (11 años) y Ageo Isaac Guitz Maaz (13 años) de la comunidad Monte Olivo, en Cobán, Alta Verapaz, cometidos por un guardia privado de la empresa hidroeléctrica Santa Rita, eleva la tensión e inquieta a las comunidades afectadas. Hidro Santa Rita, es propiedad de la empresa Inver Energy, de la familia López Roesch, asociada con la trasnacional estadounidense Duke Energy.

Por los hechos conocidos, el guardia privado Guillermo Pacay Bol, llegó a la mencionada comunidad, buscando a David Chen, con la intención de eliminarlo, pero al no encontrarlo en el lugar, disparó a mansalva en contra de los niños citados. Chen es un dirigente comunitario que desde hace años, encabeza la lucha de resistencia en contra de la hidroeléctrica Santa Rita, por tal razón, él y otros dirigentes sociales, han sido sujetos de amenazas de muerte, intimidaciones y criminalización por parte de empresarios y autoridades.

Según los comunitarios, desde la llegada de la empresa Santa Rita, que pretende construir una hidroeléctrica en el río Dolores, sin contar con el consentimiento de las comunidades locales, se ha incrementado la conflictividad social, aumentando el riesgo para la vida, la seguridad y la libertad de los pobladores que se oponen a este tipo de megaproyectos, ahora los hechos ocurridos, hablan por sí mismos.

La acción criminal en contra de los dos niños, despertó cólera e indignación entre familiares de las víctimas y pobladores, quienes detuvieron y pusieron bajo custodia a Pacay Bol, para entregarlo a las autoridades, pero ante la negativa de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ministerio Público (MP) de llegar al lugar, horas más tarde, Pacay fue vapuleado y quemado vivo, esta conducta social también es condenable.  

Todo esto ocurrió, mientras Chen se encontraba en la ciudad de Cobán, atendiendo una reunión con Dinah Shelton, Relatora de Derechos de los Pueblos Indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, junto con representantes de comunidades y organizaciones indígenas, para dar a conocer la situación de derechos humanos en la región y especialmente, para reclamar el respeto al derecho a consulta y consentimiento de las comunidades, ante los proyectos que afectan sus territorios y al medio ambiente, tal el caso de la empresa Santa Rita.

“Es profundamente preocupante que una tragedia como ésta haya sucedido durante la visita, con nuestra presencia en la zona. Estaremos dando estrecho seguimiento y con gran atención a las acciones que se adopten”, dijo la Relatora Shelton, según un comunicado emitido por la CIDH.

Este mismo comunicado sostiene: “La Comisión Interamericana entiende que la falta de confianza de ésta comunidad indígena en las autoridades de seguridad del Estado de Guatemala se relaciona con los altos niveles de impunidad histórica. La Comisión hace un llamado a las autoridades de Guatemala a trabajar en concertación con la comunidad Monte Olivo a fin de establecer mecanismos efectivos para garantizar que los autores materiales e intelectuales enfrenten la justicia, salvaguardando en todo momento los derechos y la integridad de la Comunidad y sus miembros“.

En Guatemala, la desnutrición crónica y las balas asesinas, siguen matando niños y pocos se inmutan.

P.S. 30 agosto. Día Internacional del Desaparecido. Honrar la memoria de las víctimas. Romper el silencio y la impunidad.