“Dí­a tras dí­a se niega a los niños el derecho a ser niños. Los hechos se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero, para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en basura. Y a los del medio, a los niños que no son ni ricos ni pobres, los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños”.

-Eduardo Galeano-

Patas arriba. La escuela del mundo al revés.

Noche frí­a y lluviosa. Mi amiga y yo nos dirigí­amos a nuestros hogares, sin embargo, la vejiga urinaria a medio reventar nos obligó a hacer una parada en el camino.

Ni siquiera habí­amos puesto los pies en el suelo, cuando una personita de aproximadamente 5 años nos imploraba que le compráramos uno de sus chocolates.  Eran más de las ocho de la noche. Le pregunté sobre sus padres y con su dedo me señalaba hacia donde estos se encontraban, en las mismas penas que ella andaba.

Claro, ella no es la única. En esta pequeña ciudad encontramos a niños y niñas en cada semáforo lanzando fuego, en cada esquina lavando vidrios, en cada restaurante pidiendo comida. No hace falta revisar las estadí­sticas para reconocer esta realidad, pues ellos están en todas partes.

En la campaña polí­tica que recién terminó, cada uno de los candidatos tiene entre las cuentas que hábilmente manejaron sus publicistas, inmensas cantidades de fotografí­as en las que aparecen cargando y abrazando a niños y niñas. Pero ¿Cuánto saben de la niñez? ¿Cuántos han sido las candidatas y candidatos a cargos públicos que manifestaron una propuesta concreta sobre cómo abordarán las problemáticas a las que se enfrenta nuestra niñez?

En Guatemala la niñez representa más del 50% de la población. De acuerdo a la V Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2008-2009, Guatemala mantiene la tasa más alta de desnutrición crónica en Latinoamérica (49.6%), mientras que el Programa de Prevención y Control de la Desnutrición cuenta con un presupuesto de Q23.7 millones. Con estas cifras, es una vergí¼enza el conocer que solamente en campaña anticipada, según monitoreo realizado por Acción Ciudadana,  los partidos polí­ticos gastaron más Q58 millones, casi el doble del presupuesto para el funcionamiento del control de la desnutrición.

La cara visible del desarrollo integral de un paí­s, se encuentra reflejado en la situación en que vive la niñez, así­ como en el lugar que el Estado y toda la ciudadaní­a le brinda.  Pero en Guatemala, este sector mayoritario de la población está siendo vulnerado permanentemente en todos sus derechos.

El boletí­n informativo del Programa de Atención, Movilización e Incidencia por la Niñez y la Adolescencia -PAMI-, titulado “2012, primer año de gobierno, un desafí­o para mejorar las condiciones de la niñez y adolescencia: escenario económico, polí­tico y social de Guatemala”, propone, entre otras demandas, “promover una Reforma Fiscal que posibilite una recaudación que sostenga un Estado de bienestar y una vida digna para todos, principalmente para los grupos más vulnerables, como lo son los niños, niñas y adolescentes.  Reforma que paulatina y aceleradamente cubra las principales brechas en el desarrollo de los y las guatemaltecas, principalmente de la niñez y adolescencia de Guatemala”.  ¿A qué se compromete el siguiente gobierno?