La explotación sexual infantil continúa siendo un problema. Un serio problema. Sólo el año pasado la PNC rescató a 18 pequeñas de centros nocturnos. Detrás de esta mafia se encuentran grandes redes que operan en otros países como Colombia y Panamá.
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De acuerdo con un investigador de la unidad contra la trata de personas, de la División de Investigación Criminal, Dinc, 18 niñas fueron rescatadas en burdeles ubicados en las zonas 12, 19, 4 y 6, el año pasado.
La mayoría de víctimas tienen entre 12 y 17 años. Los reportes indican que las niñas son, en su mayoría, nicaragí¼enses y hondureñas.
Claudia Rivera, directora de Casa Alianza, coincide con la información de la Dinc, y agrega que además de la ciudad capital, Escuintla y Mazatenango son también focos de explotación.
Rivera indicó que se han conocido casos en que las niñas provienen de otros departamentos, pero no son explotadas allí sino en diferentes áreas del interior del país.
Según las investigaciones, existen grandes redes que operan desde otros países como Colombia y Panamá, quienes coordinan este tipo de ilícitos y «reclutan» a las pequeñas para su explotación en Centroamérica.
A decir de la fuente policíaca, las mafias que se dedican a la explotación sexual están bien estructuradas y es «muy difícil» desbaratarlas, ya que operan en la total clandestinidad.
En 2006 se conoció sobre una red de Grecia que se dedicaba a este ilícito y pretendía reclutar a niñas centroamericanas y llevarlas a dicho país. Sin embargo, no se logró comprobar el origen y la forma de operar de la misma.
Las redes son fuertes y discretas, además, presumen que hallan protección de algunos sectores de la sociedad.
La unidad contra la trata de personas manifiesta que detrás de este ilícito están los poderes paralelos, es decir, el crimen organizado y el narcotráfico, los cuales están conformados por «grandes cerebros». Su captura y desmantelamiento se convierte en un desafío.
Ni la Dinc ni Casa Alianza reportan rescate de niños; no obstante, se cree que el pequeño aún está invisibilizado en este tema, pero no se descarta que también pueda ser víctima de este flagelo. Hasta el momento sólo se reporta la explotación sexual de niñas.
Casa Alianza refiere que la situación jurídica del país en materia de explotación sexual es «penosa».
El 99% de los victimarios quedan sin castigo, debido a que se les proporciona una medida sustitutiva que termina con el pago de una cantidad de dinero.
La ley de trata de personas que quedó engavetada en el Congreso el año pasado, la cual pretendía ratificar dicha legislación, sin embargo, no se logró concretar nada.
íšnicamente Guatemala no ha ratificado el proceso de ley, el resto de países latinoamericanos ya lo hicieron.
A criterio de Casa Alianza existe esperanza en que este año exista una legislación adecuada para disminuir la situación y proteger a las niñas sometidas a este flagelo.