Los legisladores y los jefes de seguridad de Nigeria discutían hoy ampliar el estado de emergencia militar en el norte del país, que cumple un año, a fin de combatir un levantamiento islámico que azota la región.
Algunos políticos, así como los tres gobernadores de los estados del noreste, han dicho que el estado de excepción no ha conseguido frenar a los insurgentes, cuyos ataques se extienden al tiempo que los estados también son escenario de abusos de las fuerzas de seguridad.
Armadas con poderes draconianos en virtud del estado de emergencia, las fuerzas nigerianas están acusadas de ejecuciones extrajudiciales de miles de civiles sospechosos de ser miembros o de colaborar con la red terrorista Boko Haram.
El estado de excepción rige hasta el jueves y el presidente Goodluck Jonathan solicitó que se prorrogue por otros seis meses.
Algunos políticos han sugerido que hay complicidad entre algunos miembros del ejército y los insurgentes, uno de los asuntos que se cree afecta la búsqueda de unas 276 colegialas y jóvenes secuestradas de una remota escuela en el noreste el 15 de abril.
El presidente Jonathan ha descartado las exigencias de los extremistas de intercambiar a las colegialas por sospechosos de Boko Haram detenidos. El ministro británico para África, Mark Simmonds, dijo que Jonathan dejó eso claro en una reunión con él el miércoles en Abuja, la capital.
Boko Haram ha amenazado con vender las niñas como esclavas si no liberan a sus milicianos.
Por otra parte, el gobierno anunció que el autor intelectual de una bomba que mató a casi 100 personas fue arrestado en el vecino Sudán.
Anoche el gobierno informó el arresto bajo una orden de la Interpol de Abubakar Sadiq Oguchwe por el atentado del 14 de abril en Abuja.
Ogwuche es un ciudadano nigeriano nacido en Gran Bretaña y estudiante de lengua árabe en la Universidad Internacional de África, en Sudán. Fue parte de una unidad de inteligencia del ejército nigeriano en Lagos del 2001 al 2006, cuando desertó, dijo el comunicado.