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La agencia estatal Lana informó que un grupo de personas se reunió frente a la cárcel de Hadaba en Trípoli para festejar la extradición. En la prisión se encuentran ya varios ex funcionarios de la era Gadafi.

   El portavoz de la cárcel, Othman al Kalali, dijo al portal libio Al Wasat que Al Saadi será acusado por «participación en la represión violenta de la revolución del 17 de febrero» y «actividades para alterar la seguridad y estabilidad de Libia». Durante la rebelión contra su padre, Al Saadi habría estado al frente de una brigada.

   Los medios libios publicaron fotos en las que se ve a alguien cortando el pelo y la larga barba al detenido. Trípoli criticó la publicación de las fotos, que calificó de ilegal y anunció una investigación.

   Al Saadi, de 40 años, no mostró nunca interés por la política, a diferencia de su hermano Seif al Islam, que también se encuentra en prisión en Libia. Era famoso por su derrochador estilo de vida y su pasión por el fútbol, que lo llevó a jugar incluso varios años en algunos clubes.

   Muamar al Gadafi murió a manos de los rebeldes en octubre de 2011. Níger ya había entregado en febrero a Libia a Abdullah Mansur, un antiguo asesor de medios del ex jefe de Estado.

   No hubo confirmación acerca de las versiones de prensa según las cuales Libia pagó por la entrega del hijo de Gadafi.

   Tres hijos del dictador, Khamis, Muatassim y Seif al Arab, murieron según fuentes libias durante la rebelión armada en 2011. Muatassim murió junto con su padre.

   Aischa, la hija mujer de Gadafi, su segunda esposa, Safiya y sus hijos Hannibal y Mohammed huyeron a Argelia y más tarde recibieron asilo en Omán.