El sirio Mouhannad Almallah Dabas, uno de los ocho integrantes de una célula islamista que habría dado infraestructura y apoyo financiero a los atentados Madrid, afirmó hoy en el macrojuicio que algunas reuniones a las que fue eran para preparar una obra de teatro.
«En la Mezquita de la M-30 estábamos preparando una obra de teatro y como a veces estaba cerrada, íbamos al local», respondió Dabas a Olga Sánchez, fiscal de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, cuando le preguntó si en un local que él alquilaba cerca de ese templo, se veían videos sobre la Yihad (guerra santa) o sobre mártires islamistas.
«Nunca fui a reuniones donde se hablara de la Yihad», afirmó Dabas en la cuarta jornada del macrojuicio que se celebra en un pabellón bunkerizado de la Audiencia Nacional en el oeste de Madrid.
Durante un interrogatorio de más de tres horas, Dabas, para quien la fiscalía pide 12 años de cárcel por pertenencia a organización terrorista, admitió ser «simpatizante» de la organización islamista Hermanos Musulmanes y dijo que desde 2004 pertenece al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
«Nunca», fue la respuesta de este sirio de 43 años que negó haber juntado dinero en mezquitas de Madrid para la causa integrista y se declaró «inocente» de los cargos que se le imputan en este proceso extraordinario que intenta esclarecer la autoría y motivación de la peor pesadilla terrorista en España.
Dijo que subalquilaba habitaciones del local al sirio Basel Ghalyoun, considerado uno de los «autores materiales» de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid (191 muertos y 1.824 heridos) y al marroquí Rifaat Anouar, con quienes hacía teatro.
También conoció a Jamal Zougam, el marroquí acusado de haber colocado una de las bombas en los trenes y a los hermanos Mohamed y Rachid Ouled Achka. Estos dos últimos se suicidaron el 3 de abril de 2004 en un apartamento de Leganés, periferia sur de Madrid, junto a Serhane Ben Abdelmajid Fakhet alias «El Tunecino», presunto fundador de esta célula de apoyo.
Dabas, cuyo hermano Moutaz Almallah debería ser extraditado desde Londres, atribuyó a una ex novia que calificó de «enemiga» los dichos por los que está involucrado en el 11-M y explicó que desde que vino de Damasco a Madrid en 1992 trabaja reparando electrodomésticos.
En en la mezquita de la M-30 Dabas conoció a varios de los procesados por los atentados del 11-M, entre éstos dos de los ideólogos, Rabei Ousmane Sayed Ahmed, alias «Mohamed el egipcio», y «El tunecino», a quien Dabas describió como «radical y violento» que había intentado hablarle de la Yihad.
También negó estar involucrado en los atentados el marroquí Fouad El Morabit al Amghar, de 34 años, que llegó a España en 1999 para estudiar ingeniería aeronáutica y electrónica.
«Nunca tuve conocimiento», respondió El Morabit interrogado sobre si sabía que se producirían los atentados del 11-M pues tenía relación con varios de los principales implicados, entre «El Tunecino» y además era «amigo» de «Mohamed el egipcio».
Según su declaración sumarial, Ghalyoun le había dicho que Serhane le había advertido de que «en Madrid iba a ocurrir algo fuerte».
«Nunca he dicho eso, que España era un objetivo terrorista», sostuvo con calma El Morabit.
«Nunca vi a Rabei y a Serhane juntos», sostuvo El Morabit, que se declaró «inocente» de la acusación de pertenencia a organización terrorista que pesa en su contra y por la cual la fiscal pide 12 años de cárcel.
El Morabit también conocía al sirio Basel Ghalyoun, acusado de ser uno de los «autores materiales» de los ataques, pues compartía con él una habitación que les alquilaba Dabas, a la espera de irse a Alemania.
Otros seis marroquíes acusados de integrar la misma célula, que podrían ser condenados hasta 27 años de cárcel por similares delitos, comparecerán a partir de las 16H00 locales (15H00 GMT) cuando se reanude la audiencia de este megaproceso contra 29 acusados, en su mayoría de origen árabe, cuya sentencia se conocerá en octubre.