El italiano Vincenzo Nibali ganó ayer la 18va etapa del Giro de Italia, una prueba contrarreloj individual de montaña, y amplió su liderato en la clasificación general cuando restan tres días en la competencia.
Nibali cubrió en 44 minutos 29 segundos el trayecto de ascenso de 20,6 kilómetros (12,8 millas) de Mori a Polsa, para su primera victoria en etapas en el Giro de este año. El español Samuel Sánchez cruzó la meta 58 segundos después y Damiano Caruso fue tercero con 1.20 más que Nibali.
Nibali amplió su ventaja 4:02 sobre el australiano Cadel Evans y mantiene el ritmo para conquistar por primera vez la prueba de ciclismo más importante del país. El colombiano Rigoberto Urán sigue tercero, aunque acortó la diferencia de Evans y ahora le sigue a 10 segundos.
«Con la victoria de hoy he dado otro gran paso y ahora puedo controlar la ventaja», dijo Nibali. «Esperemos que el clima sea bueno, al margen de los cambios en la ruta. Los ascensos no me atemorizan porque me siento bien, en forma». Evans tuvo una etapa pésima y cruzó la meta en 25to lugar.
«Perdí uno o dos minutos, pero no fue por falta de esfuerzo», comentó Evans. «Llegué con grandes esperanzas al Giro, pero no grandes expectativas. Mi objetivo real era dar el máximo, y, hasta ahora, he cometido pocos errores, nada grande. Así que en ese sentido, en cuanto a dar lo mejor, eso es fabuloso».
«Pero, por supuesto, uno quiere estar ganando, y ahí es cuando quizás tus esperanzas van por encima de tus capacidades. Es improbable que gane, pero vine aquí a prepararme para el Tour de Francia. El segundo lugar, hasta ahora, no está mal».
Nibali tiene la maglia rosa de líder general desde la contrarreloj de la octava etapa. Evans pretendía ganar algo de tiempo en esta etapa pero nunca se le acercó a Nibali, quien por su velocidad le sacó ventaja de minuto y medio en la primera mitad del trayecto. El italiano amplió la diferencia cuando la lluvia caía intensamente en la meta.
La 19na etapa se correrá hoy, la ruta ampliada tendrá 160 kilómetros (99,42 millas) de Ponte di Legno a Val Martello, y es la penúltima de dos pruebas más de montaña. El trayecto tuvo que ser alterado debido al peligro de aludes y temperaturas bajo cero.
Ante los pronósticos de nieve y hielo, los desfiladeros de Galvia y Stelvia fueron eliminados, pero se correrá de Ponte di Legno en ascenso hasta la meta original de Val Martello. El Giro concluye el domingo en Brescia.