Newton y otros genios en internet con la Royal Society de Londres


La famosa teorí­a de la luz explicada por el propio Newton y un estudio del siglo XVIII sobre el niño prodigio Mozart son algunos de los trabajos que la Royal Society de Londres pone a disposición de los internautas a partir de hoy en su nueva página Trailblazing.


Lanzada con ocasión del inicio de las celebraciones del 350 aniversario de la institución, la cronologí­a interactiva Trailblazing (http://trailblazing.royalsociety.org) dará acceso a una selección de los artí­culos cientí­ficos más «influyentes, edificantes o intrigantes» entre los casi 60.000 aparecidos en su famosa publicación Philosophical Transactions.

Los 60 trabajos elegidos cubren numerosas disciplinas cientí­ficas y abarcan desde la horripilante descripción de una transfusión sanguí­nea entre dos perros en 1666 hasta las recientes propuestas de la geoingenierí­a para luchar contra el cambio climático, pasando por la explicación del descubrimiento de la estructura del ADN (1954) o los primeros escritos de Stephen Hawking sobre los agujeros negros (1970).

Todos ellos «representan una incesante búsqueda de los cientí­ficos durante siglos, muchos de ellos miembros de la Royal Society, para evaluar y construir nuestro conocimiento de la especie humana y del universo», declaró Martin Rees, actual presidente de esta sociedad cientí­fica fundada en 1660, una de las más antiguas de Europa.

«Individualmente, representan esos momentos emocionantes en los que la ciencia nos permite entender mejor y ver más allá», agregó el astrónomo Rees.

En 1672, Isaac Newton, joven profesor de matemáticas en la Universidad de Cambridge, envió una carta -ilustrada con varios dibujos- a la Royal Society para exponer su nueva teorí­a de la luz y los colores, que demostró por primera vez que la luz solar está compuesta de todos los colores del espectro.

Además de lanzar su carrera cientí­fica, que culminó con su descubrimiento de la ley de la gravitación universal, esta revelación le llevó a perfeccionar el telescopio reflector utilizando espejos para evitar la aberración cromática.

Más lúdicas son las conclusiones del escéptico que sometió al pequeño Wolfgang Amadeus Mozart a una serie de complicadas pruebas musicales para comprobar si era realmente el genio que todos anunciaban durante uno de sus primeros viajes a Londres en 1764.

Al final de su experimento, Daines Barrington quedó convencido y escribió que su don musical era «increí­ble», pese a que en muchos aspectos era como cualquier otro niño de ocho años.

«Cuando estaba tocando para mí­, entró un gato favorito, por lo que inmediatamente dejó su clavicordio y no pudimos hacerlo regresar en mucho rato», relata en su informe publicado en 1770. «A veces también corrí­a por la habitación con un palo entre las piernas como si fuera un caballo».

Pero Trailblazing no está únicamente destinada a los aficionados a la historia, pues también presenta trabajos sobre cuestiones que están hoy de rabiosa actualidad como los relativos a los precursores de las vacunas para combatir pandemias a partir de 1755 o las polémicas propuestas formuladas en 2008 por James Lovelock para rediseñar el mundo mediante la geoingenierí­a y así­ paliar los efectos del cambio climático.

«La ciencia es un proceso en curso», señaló Keith Moore, responsable de la biblioteca de la Royal Society, donde se exponen los documentos originales escritos del puño y letra de estos grandes genios.

«Construimos a partir de un cuerpo de conocimientos existente», agregó recordando que el propio Newton escribió una vez: «Si he visto más lejos es por estar de pie sobre los hombros de gigantes».