Lieberman, quien mantuvo el suspense sobre sus intenciones tras la legislativa del 10 de febrero, anunció su apoyo a la candidatura de Netanyahu para el puesto de primer ministro durante un encuentro con el presidente, Shimon Peres, que debe decidir a que candidato encarga formar gobierno.
El líder del partido Israel Beitenu, que cuenta con 15 diputados sobre 120 en la Knesset, subrayó sin embargo su deseo de que Netanyahu llegue a un acuerdo con su principal rival, Tzipi Livni, del partido centrista Kadima, para formar un «gobierno amplio».
Según un comentarista de la radio militar, el anuncio de Lieberman obliga a Peres a designar a Netanyahu. El presidente israelí anunciará su decisión el domingo o el lunes, indicó su portavoz.
El candidato designado tendrá un periodo de 28 días, prolongable de 14 días, para presentar su gobierno a la Knesset.
Netanyahu cuenta con el apoyo de su partido, Likud (27 escaños), de dos partidos religiosos ultranacionalistas (que suman 7 escaños), del partido ultra-ortodoxo Shass (11 escaños) y de la Lista unificada de la Tora (5 escaños), así como de Israel Beiteinu (15 escaños), por lo que suma 65 diputados.
Los laboristas (13 diputados) han decidido mantenerse en la oposición tras haber registrado sus peores resultados en la historia.
«Recomendamos a Bibi (Benjamin) Netanyahu, pero únicamente en el marco de un gobierno amplio», declaró Lieberman al reunirse con el presidente Peres.
«Frente a los desafíos económicos y la amenaza iraní, necesitamos un gobierno que incluya a los tres grandes partidos: Likud, Kadima e Israel Beitenu. Quienes quieran sumarse podrán hacerlo más adelante», añadió.
«Netanyahu será primer ministro, pero será un gobierno Bibi-Livni, le digo a Likud que renuncie a formar un gobierno restringido (ndlr: sólo con los partidos de extrema derecha y religiosos) porque sería únicamente un gobierno de supervivencia, incapaz de tomar la más mínima iniciativa», dijo Lieberman.
«Le digo a Tzipi Livni que renuncie a la idea de rotación porque tal fórmula provocaría inestabilidad», añadió, en alusión a una posible alternancia en el puesto de primer ministro a mitad de mandato entre Livni y Netanyahu.
Livni, cuyo partido adelanta a Likud por un sólo escaño, había rechazado hasta ahora entrar en un gobierno dirigido por Netanyahu y evocó la posibilidad de quedarse en la oposición al no poder formar una coalición.
«Kadima no avalará a un gobierno de parálisis. Kadima y yo seguiremos en el camino emprendido para hacer avanzar el proceso de paz (con los palestinos) y luchar contra el terrorismo», declaró.
Netanyahu aboga por un gabinete «lo más amplio posible». Según los analistas, desea evitar encabezar un gabinete constituido únicamente de formaciones de derecha, ultranacionalistas y religiosas para evitar tensiones con la administración estadounidense de Barack Obama.
El dirigente de extrema derecha israelí, Avigdor Lieberman, dijo que quiere a Benjamin Netanyahu, líder del Likud (derecha), como Primer Ministro de un gobierno de Israel que tendría que incluir al centrista Kadima, de Tzipi Livni.
«Tenemos dos propuestas: la primera, recomendamos a Bibi (Benjamin) Netanyahu, pero únicamente en el marco de un gobierno amplio», declaró a la prensa Lieberman cuando estaba siendo recibido en Jerusalén por el presidente israelí Shimon Peres.
«Frente a los desafíos económicos y a la amenaza iraní, se necesita un gobierno que incluya a los tres partidos: el Likud, el Kadima e Israel Beitenu. Quienes quieran sumarse podrán hacerlo luego», añadió Lieberman.
Israel Beitenu obtuvo en las elecciones 15 de los 120 escaños del Parlamento unicameral (Knesset), resultado que lo colocó en posición de árbitro.
«Netanyahu será primer ministro, pero será un gobierno Bibi-Livni. Le digo al Likud que renuncie a formar un gobierno restringido (ndlr: con formaciones de extrema derecha y religiosas) que sería únicamente un gobierno de supervivencia, incapaz de adoptar la más mínima iniciativa».
«Le digo a Tzipi Livni que renuncie a la idea de una alternancia pues esa fórmula provocaría inestabilidad», añadió Lieberman al referirse a una posible rotación del cargo de primer ministro a mitad de mandato entre Livni y Netanyahu.
Según el comentarista político de la radio, Peres encargará a Netanyahu la formación del gobierno porque puede reunir el apoyo de 65 de los 120 diputados de la Knesset.
La candidatura de Netanyahu tiene el apoyo de los dos partidos religiosos ultranacionalistas (siete diputados) y los partidos ultraortodoxos del Shass (11 diputados) y de la Lista Unificada de la Tora (cinco escaños).
Según la portavoz de Peres, el presidente, que inició sus consultas el miércoles y debería concluirlas el jueves de noche, anunciará su decisión el domingo o lunes.
Tzipi Livni, líder de Kadima (centro), que logró 28 diputados en las elecciones, uno más que la lista de Netanyahu, sólo cuenta con el apoyo de su partido. Los 11 diputados de los partidos árabes y el Meretz (izquierda laica, tres diputados) se negaron a formar parte de un gobierno con Israel Beitenu.