Negocios, tema central de Putin con Chávez


Agenda. El presidente ruso, Vladimir Putin, no tendrá tiempo para hablar sobre EE.UU. con Hugo Chávez.

El presidente ruso Vladimir Putin se prepara para recibir al venezolano Hugo Chávez a partir de este jueves para hablar ante todo de negocios, armamento y en menor medida energí­a, sin dejar mucho espacio para declaraciones antiestadounidenses.


«Tenemos una buena cooperación con Venezuela, están interesados en las armas rusas», resumió un portavoz de la agencia rusa pública de armamento, Rosoboronexport, consultado por la AFP ví­a telefónica.

Los venezolanos «quieren incrementar su capacidad naval», aseguró esta fuente.

Chávez sugirió en los últimos dí­as el interés de su gobierno en submarinos diésel rusos, aunque como en el resto de posibles contratos, el mandatario venezolano no aclaró exactamente las intenciones de su gobierno.

Caracas desembolso más de 3.000 millones de dólares en el último año y medio para comprar a Rosoboronexport fusiles kalashnikov, cazabombarderos Sukhoi y helicópteros.

Una fuente del sector armamentí­stico ruso, citada por el diario económico Vedomosti este miércoles, descartó grandes anuncios en esta ocasión, tras los contratos del año pasado.

Putin recibirá a Chávez en el Kremlin este jueves para una cena de carácter privado. La presidencia rusa ha querido guardar una cierta prudencia ante la cita, y analistas locales resaltan que en ví­speras del encuentro entre el estadounidense George W. Bush y Putin en Estados Unidos, un tono excesivamente mitinero podrí­a provocar más problemas que beneficios a los rusos.

Chávez se reunirá con los diputados rusos de la Duma (cámara baja) el viernes, pero esa cita tendrá lugar en la Sala de Armas del Parlamento, con cabida para 40 personas.

La oposición comunista presentó una moción para que el mandatario venezolano hablara en el hemiciclo, un privilegio nada habitual para un jefe de Estado extranjero, pero la mayorí­a presidencial bloqueó esa opción con una votación, 232 en contra y 131 diputados a favor.

Rusia está dispuesta en todo caso a avanzar «en una serie de proyectos comunes en la extracción de recursos (naturales), energí­a eléctrica, ferrocarriles» y otros, explicó este miércoles el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mijail Kamynin, citado por la agencia Ria-Novosti.

Aparte del armamento, la balanza económica entre Venezuela y Rusia es de tan sólo 90 millones de dólares anuales.

Caracas pronto podrí­a necesitar ayuda tecnológica para seguir explotando sus recursos en hidrocarburos, según analistas en mercados internacionales.

El Estado venezolano extendió el martes su control de la explotación petrolera en la región de la Faja del rí­o Orinoco.

Caracas incrementó, como previsto, su participación en los negocios de extracción del 39% al 78%, lo que provocó la salida de dos compañí­as estadounidenses, Conoco Phillips y Exxon Mobil.

La petrolera estatal venezolana PDVA tiene acuerdos con las rusas Lukoil y Gazprom. Esta última fue noticia en Rusia la semana pasada, cuando compró, por un precio considerado muy bajo, la parte de Bristish Petroleum en el campo gasí­fero de Kovytka, por entre 700 y 900 millones de dólares.

Un ex consejero del Kremlin, Andrei Illarionov, llegó a hablar del peligro de «venezuelación» de Rusia si persiste en controlar a todo precio la extracción de sus recursos naturales, según el diario Moscow Times.

3.000 millones de dólares fueron desenbolsados por Caracas en el último año y medio para comprar fusiles y cazabombarderos rusos.