El gobierno de Venezuela y el grupo argentino Techint, que posee un 60% de la siderúrgica Ternium-Sidor, mantienen ayer su última reunión para convenir un precio por esta acería, que el presidente Hugo Chávez decidió nacionalizar y podría ser expropiada si no se llega a un acuerdo.
Mientras se celebraba esta reunión, el parlamento de Venezuela declaró la «utilidad pública» de la siderúrgica Ternium-Sidor, paso necesario para proceder a la expropiación.
De acuerdo con las leyes venezolanas, el Estado puede expropiar, aunque antes debe declarar «la utilidad pública» de la empresa y siempre con una compensación.
Según Chávez, los directivos de la empresa negocian con el vicepresidente Ramón Carrizales un acuerdo en el que todas las partes ganen.
Ternium-Sidor tuvo una producción de 4,3 millones de toneladas en 2007, y el gobierno venezolano considera que su precio es de 800 millones de dólares, mientras que los directivos de Techint pedirían hasta 4 mil millones de dólares por la siderúrgica, según Chávez.
La siderúrgica ubicada en el sureste de Venezuela y que fue estatal hasta 1997, es la mayor de la zona andina y del Caribe.
La decisión de nacionalizarla fue anunciada por el gobierno venezolano hace tres semanas, ante el estancamiento en la negociación de un nuevo contrato colectivo para los cerca de 12.000 trabajadores de la planta.
Desde entonces, el ministro de Industrias Básicas Rodolfo Sanz ha sostenido reuniones con los directivos de la empresa para acordar las condiciones en que adquirirá los títulos de Techint, e incluso propuso que la empresa argentina conserve una pequeña participación en Ternium-Sidor.
Pero el pasado domingo, Chávez amenazó con expropiar la siderúrgica sin más negociaciones, si Techint insiste en pedir un precio elevado por sus acciones, y puso este martes como plazo para llegar a un acuerdo.
Ternium-Sidor costó «cerca de 1.500 millones de dólares», evocó el mandatario, quien además sostuvo que «muchos equipos han sufrido depreciación».
La nacionalización de la siderúrgica se produce cuando Venezuela está a la espera de que los parlamentos de Brasil y Paraguay aprueben su adhesión plena al Mercosur.
Techint es el mayor grupo económico argentino de capitales locales, y Ternium es su rama dedicada a los aceros planos, que factura 10.000 millones de dólares al año. Ternium-Sidor representa 40% de su producción de aceros planos.
Desde 2007, el gobierno venezolano ha nacionalizado una serie de empresas que considera estratégicas, entre ellas la de telecomunicaciones CANTV, Electricidad de Caracas, así como algunas plantas lecheras.
Además, asumió la mayoría accionaría en las empresas mixtas que mantiene con trasnacionales petroleras en la faja del Orinoco.
La nacionalización de la CANTV, que se logró mediante un acuerdo, fue recordada este martes por Chávez, quien aseveró que en este caso «no tiene que ser distinto».
Si no se llegase a un acuerdo con Techint, la compensación monetaria sería decidida unilateralmente por el Estado.
«El problema de Ternium-Sidor es un poco el problema nacional: el gobierno tiene un proyecto de estatización de la economía, especialmente de aquellas empresas que considera estratégicas», dijo a la AFP Albis Muñoz, ex presidenta de la asociación patronal Fedecámaras.
«Pero la experiencia dice que a la larga se pierde productividad y rentabilidad», añadió.
Cuando Ternium-Sidor fue privatizada en 1997, el Estado venezolano conservó 20% de las acciones de la siderúrgica, otro 20% está en poder de los trabajadores, y Techint cuenta con el 60% mayoritario.