Necesitan 4 millardos de dólares hasta 2010


El Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria aún necesita 4 mil millones de dólares para cubrir sus previsiones para el bienio 2008-2010, afirmó ayer en Madrid su director ejecutivo, Michel Kazatchine.


«En 2010 el Fondo Global hará frente a una brecha de 4 mil millones de dólares» respecto a las previsiones de este organismo, afirmó Kazatchine, durante un acto para avanzar la próxima reunión de revisión de las aportaciones de los donantes del fondo, que se celebrará del 31 de marzo al 1 de abril en Cáceres (oeste de España).

En la última reunión del Fondo celebrada en septiembre de 2007 en Berlí­n, este organismo, que reúne a gobiernos y organizaciones públicas y privadas, evaluó sus necesidades en entre 15 mil y 18 mil millones de dólares.

Se habí­an previsto unas necesidades de 4 mil millones de dólares para 2008, 5 mil millones para 2009 y 6 mil millones para 2010, precisó Kazatchine.

«Hemos recibido 10 mil millones de los donantes y sé que mi demanda va a estar en torno a los 14 mil millones en total, por lo que anticipo que habrá una brecha de 4 mil millones de dólares que va a ser muy difí­cil de cubrir», añadió el director ejecutivo.

«En la reunión de Cáceres podremos dar cifras más exactas», afirmó el director ejecutivo del Fondo, que estuvo acompañado en Madrid por la secretaria de Estado española de Cooperación, Soraya Rodrí­guez.

Esta reunión servirá para «revisar el trabajo realizado y analizar la contribución que cada paí­s realizó y ver si puede haber un déficit respecto a lo comprometido» en Berlí­n, dijo Rodrí­guez.

En los últimos cinco años, tras unas inversiones de 7.200 millones de dólares, los programas financiados por el Fondo Mundial han permitido que más de tres millones de personas reciban tratamientos antirretrovirales, 4,6 millones de personas han recibido tratamientos contra la tuberculosis y se han distribuido 70 millones de mosquiteros tratados con insecticida para prevenir la malaria.

Esto supone que el Foro proporciona el 60% de la financiación internacional para la malaria, el 57% para la tuberculosis y el 23% de toda la financiación internacional para el SIDA.

El director ejecutivo del Fondo insistió en que el objetivo principal del fondo sigue siendo alcanzar los Objetivos del Milenio, en lo que se refiere a reducir estas enfermedades en 2015, y se mostró optimista respecto a su cumplimiento, «a condición de tener los recursos necesarios» para ello.

Por ello, Kazatchine quiere lanzar un mensaje claro al G-20 ante su próxima reunión en Londres en 2 de abril para que no dejen de lado la ayuda al desarrollo.

«No se puede pensar sólo en la regulación del sistema bancario internacional, la crisis afecta a todo el mundo y creo que el mundo piensa que no se puede hablar de la globalización sin hablar del futuro de los paí­ses pobres, y por ende, del desarrollo», afirmó.

Aunque lo considera difí­cil, Kazatchine espera que la conferencia de Cáceres sirva para lograr nuevos donantes o que los donantes actuales aumenten su contribución pese a la crisis, que consideró una razón más para ayudar a los paí­ses pobres.

La crisis también afecta a los paí­ses pobres, por lo que «los gobiernos de los paí­ses en desarrollo tendrán mayores problemas para financiar sus programas de salud, lo que significa que, paradójicamente, la crisis es una razón más para aumentar la ayuda al desarrollo», explicó.