Ante los últimos acontecimientos suscitados en el país, durante el último año, en relación a la participación de elementos de la Policía Nacional Civil en actos delictivos de alto impacto; hemos considerado la circunstancia de insistir en la NECESIDAD de formación policial de las personas que ingresan y egresan de las dos Academias de la Policía Nacional Civil, donde se les ADIESTRA en el oficio de policía, pero no se les FORMA.
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La FORMACIí“N en términos educativos o pedagógicos consiste en «dar forma en materia educativa, cultural, social y de valores, al ser humano» y que en contraposición a Adiestrar, implica un componente que contenga los planteamientos claros de los fines y los métodos que se utilizarán para tales fines.
En Guatemala el proceso educativo en materia policial ha carecido de muchos elementos que determinaron su lentitud en el desarrollo de los valores que los policías deben practicar cuando ejercen su trabajo en la sociedad: ejemplo de ello es haber encargado la dirección de las Academias a policías en servicio; ingenieros; pseudo ingenieros; peritos agrónomos y abogados, entre otros, quienes sin conocimientos educativos policiales y mucho menos formativos pedagógicos, no supieron ni pudieron cumplir con la tarea asignada.
Pareciera ser que la FORMACIí“N POLICIAL es un objetivo de poca importancia para todos los gobiernos de turno, solo piensan en «sacar» policías a la calle para efectos de publicidad gubernamental y justificación de millonarias cantidades de dinero invertidas en recursos materiales (vehículos, motos, armas), sin embargo, ello no hace que la población se sienta segura o al menos con un poco de respiro al ver policías jóvenes.
La población percibe, sabe, entiende, analiza, siente y conoce cuando un agente de policía es honrado y desempeña su trabajo con dignidad; también sabe olfatear a los policías jóvenes que recién graduados salen directamente a «morder», por mutuo propio o bien por la cuota impuesta por sus superiores inmediatos.
LA FORMACIí“N POLICIAL no es sólo para los alumnos de nuevo ingreso a las Academias de la Policía Nacional Civil; TAMBIí‰N DEBE SER para los agentes en servicio y de esa forma empezar a crear «sobre la marcha» la FORMACIí“N DE OFICIALES DE POLICíA, pero con un profundo remozamiento de la forma en que hasta la fecha se ha «escogido» a quienes ejercieron funciones docentes en el ámbito policial.
Hay mucho que analizar sobre este tema; PERO lo que si URGE es DETERMINAR LA CREACIí“N DE LA FORMACIí“N DE OFICIALES DE POLICíA sin intervención de políticos y/o recomendados; hay que imbuirse en el tema, de lo contrario, seguiremos teniendo noticias de narco comisarios, policías asaltantes, extorsionadores y, lo peor, es que embarran a los pocos honestos y decentes que aún hay.