Los nazis planeaban exterminar a los judíos de ífrica del Norte en 1942 pero la derrota de sus ejércitos y su incapacidad de movilizar a los árabes hicieron fracasar sus planes, según nuevas investigaciones sobre este capítulo poco conocido de la historia del Reich.
«Los nazis ya estaban preparando la deportación en julio de 1942, en la perspectiva de una invasión de Egipto por el Afrika Korps de Rommel», indicó el investigador Martin Cuppers de la universidad de Stuttgart (Alemania).
«Un primer grupo de 24 hombres dirigido por un técnico del proceso de exterminación llegó a Libia en julio de 1942», precisó durante un coloquio organizado en Jerusalén en vísperas de la conmemoración del genocidio de seis millones de judíos por los nazis.
«Este grupo especial tenía luz verde del ejército alemán, bajo el mando del mariscal Erwin Rommel, para iniciar los preparativos», agregó.
La propaganda alemana destinada a los árabes que incitaba a «destruir a los judíos y sus bienes» no deja ninguna duda sobre su intención de aplicar la «solución final» a los 400 mil judíos de ífrica del Norte y eventualmente a otros 450 mil en Palestina, según Cuppers.
Tras la derrota de El Alamein (Libia), en octubre de 1942, cuando el ejército alemán se replegó hacia Túnez donde guardó una cabeza de puente hasta mayo de 1943, «se elaboraron planes para deportar a los judíos por barco hacia Italia y de allí hacia los campos de la muerte de Europa del Este», subrayó.
«Si no se llevaron a cabo fue porque las fuerzas navales alemanas tenían otras prioridades y no disponían de suficientes barcos», agregó.
Millares de judíos tunecinos fueron internados en campos de trabajo en el desierto en durísimas condiciones.
Por otra parte la propaganda nazi no tuvo el efecto esperado, según los investigadores, a pesar de la animosidad creciente entre árabes y judíos, con el conflicto en Palestina como telón de fondo, por no tener en cuenta la voluntad árabe de liberarse del yugo colonial.
Según el historiador Michel Abitbol, de la Universidad hebraica de Jerusalén, ello se debió a la «incompetencia y la incoherencia de la política nazi para con los árabes».
«Los nacionalistas árabes esperaban que Alemania los liberase del colonialismo británico, francés, e incluso italiano, pero permaneció sorda a su llamado», estimó.
Esta actitud fue motivada por el «desprecio hacia los árabes» por ser semitas y la necesidad de tomar en cuenta los intereses coloniales de los aliados del Reich, Italia o el régimen colaboracionista de Francia.
El investigador italiano Filipo Petrucci subrayó por su parte que la propaganda racista de los grupos de extrema derecha francesa fue rechazada por las élites nacionalistas, en particular en Argelia.
En esta colonia francesa, los musulmanes no habían manifestado sin embargo mucha simpatía hacia los judíos cuando estos fueron despojados de su nacionalidad francesa en octubre de 1940.
La investigadora Chantal Metzger de la universidad de Nancy (este de Francia) hizo notar que Hitler en su testamento, redactado en abril de 1945 antes de su suicidio, lamentó «no haber jugado la carta árabe», estimando que ello le hubiera permitido derrotar a Gran-Bretaña.
«No cabe duda de que los judíos de Africa del Norte hubieran corrido la misma suerte que los de Europa si los ejércitos aliados no hubiesen liberado el mundo del nazismo», indicó el embajador de Alemania en Israel, Harald Kindermann.
La justicia francesa se declaró ayer incompetente en la demanda presentada por el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el británico Max Mosley, para prohibir un portal internet donde se le ve en orgías con tintes nazis.
El juez francés Joel Boyer se declaró incompetente, aunque estimó que el vídeo en cuestión era «atentatorio a la vida privada», y decidió devolver el caso a la Alta Corte de Justicia de Londres, ante la cual había iniciado la demanda Max Mosley.
Mosley pidió a la justicia que prohibiera la difusión del video en el que aparece participando en una velada sado-masoquista, en el portal internet del tabloide británico News of the World.
El 9 de abril, la justicia londinense rechazó la demanda de Max Mosley, de prohibir la difusión en la página web del tabloide de los vídeos del escándalo.
«El portal en cuestión es editado por una sociedad de derecho inglés, a través de un servidor en el Reino Unido y enteramente redactado en inglés», destacó el juez en su veredicto, sobre la base de una reciente jurisprudencia de la corte de apelaciones de París.
El magistrado francés dirigió un exhorto a News Group Newspapers Ltd, sociedad editora, para que retire todos los ejemplares impresos del diario dominical del 30 de marzo y el 6 de abril disponibles en Francia, que habían publicado fotos del video e informado sobre expresiones del presidente de la FIA en el filme mostrando escenas sado-masoquistas.
También prohibió que en el futuro el diario «transmita» o deje transmitir en Francia, distribuir o dejar distribuir en Francia» extractos visuales o de sonido de este vídeo.
El juez estimó que las imágenes, en las que aparecen cinco jóvenes, algunas vestidas con ropa rayada de prisioneros o en uniforme, «corresponden a la esfera íntima de la vida sexual entre adultos que consienten» y que su divulgación «no sólo es atentatorio a su vida privada sino también susceptible de constituir un delito».
Durante la audiencia del 18 de abril, la defensa del semanario alegó la «legitimidad de informar al público sobre el pensamiento político» del presidente de la FIA, dado que según su opinión, el vídeo tenía una «connotación nazi», en un decorado de «campo de concentración».
El magistrado francés consideró -haciendo alusión a los padres de Max Mosley que eran militantes nazis-, que no se podía determinar en función de la ascendencia del interesado y que las escenas en cuestión correspondían nada más que la escenificación sado-masoquista de fantasmas sexuales.
El caso de las orgías de Mosley generó un airado debate, entre los que consideran que corresponde a su vida privada o quieneslo acusan de su contenido con connotación nazi.
Mosley tiene «toda la razón del mundo» para defender su derecho a optar por la actividad sexual que prefiera», afirmaba hace una semana el escritor peruano Mario Vargas LLosa en un artículo en el diario español El País.
En cambio, el ministro de Ciencia, Cultura y Deportes israelí, Galeb Majadle, que había invitado a Mosley a Israel, donde recientemente fueron autorizados los deportes automovilístico, anuló la invitación.
En el mundo de la Fórmula 1, el triple campeón del mundo Jackie Stewart consideró el lunes en una entrevista a la BBC que el presidente de Max Mosley, había ido «más allá de lo tolerable», para las empresas que patrocinan este deporte.
Las relaciones entre ambos ya venían por mal camino, luego de que el presidente de la FIA calificara al triple campeón escocés de «idiota de remate».