Navarra, modelo del desarrollo energético


Energí­a. Imagen de la planta de energí­a nuclear instalada en Lituania. La Comisión Europea busca otros medios para la generación de energí­a.

Navarra (norte de España) se ha convertido en una de las regiones europeas pioneras en el ámbito de las energí­as renovables, gran eje de la cumbre de la Unión Europea del jueves y viernes próximos, que buscará un compromiso firme del bloque en la lucha contra el recalentamiento planetario.


En el último Libro Verde sobre la energí­a elaborado por la Comisión Europea, el modelo de evolución energética que vive la comunidad foral de Navarra es citado de manera explí­cita como «ejemplo a seguir».

En efecto, a dí­a de hoy, Navarra supera ampliamente la media española de producción de energí­as renovables (que no llega al 10% del total consumido) y genera alrededor del 60% de la energí­a eléctrica que utiliza a partir de la fuerza eólica y la minihidráulica, según datos del Gobierno autonómico.

La mayorí­a de esa energí­a proviene de una treintena de parques de aerogeneradores, con más de 700 megavatios instalados, mientras que un centenar de centrales minihidráulicas genera el 10% de toda la demanda eléctrica.

Navarra cuenta además con la mayor instalación fotovoltaica de España -400 huertas seguidores y 1,2 megavatios de potencia instalada-, la mayor planta de biomasa por combustión de paja del sur de Europa (situada en Zangora) y la planta de biocombustibles de Catarroso, con una capacidad calculada de producción de 35 mil toneladas de biodiésel a partir de aceites vegetales.

La medida del empuje de las inversiones en innovación, desarrollo y energí­as limpias lo da la decisión del Gobierno central de instalar el Centro Nacional de Energí­as Renovables (Cener) en Pamplona, destinado a la investigación tecnológica y los servicios y la satisfacción de la demanda de las empresas.

Compañí­as como EHN, AESOL, Gamesa o Mtorres se han instalado en la región por tal motivo. Cener ocupa la vicepresidencia de la red internacional de energí­as limpias, Measnet, y colabora con otras instituciones del sector, como el modélico Risí¶, de Dinamarca.

Junto a Navarra, Castilla-León (noroeste) y Castilla-La Mancha (centro) son otros dos ejemplos de fomento en regiones españolas de inversiones en proyectos de desarrollo económico local a través de energí­as renovables.

En ambos casos la apuesta es la sustitución de cultivos como cereal y remolacha, afectados por la reforma de la PAC (Polí­tica Agrí­cola Común), por explotaciones destinadas a la producción de biocarburantes.

De su lado, Aragón y Cataluña (noreste) han apostado al agua.

Mientras Aragón organizará el próximo año la Exposición Universal 2008, basada precisamente en el aprovechamiento sostenible del agua, Cataluña acaba de inaugurar uno de los mayores centros tecnológicos de la UE para potenciar la gestión de ese recurso ante los problemas del calentamiento global, ’Cetaqua’.

El objetivo del centro es estudiar la gestión de los recursos alternativos (desalinización y reutilización de aguas residuales) y la gestión de las crisis que los últimos informes cientí­ficos sobre el cambio climático vaticinan para los paí­ses del sur de Europa (inundaciones y sequí­as).

Todas estas cuestiones vinculadas con la modernización de la UE a través de las inversiones en investigación, innovación y desarrollo serán objeto de análisis el miércoles y jueves en Bruselas durante un seminario organizado por la Comisión Europea y el Comité de Regiones.

El seminario, titulado «Fomento de la competitividad a través de las tecnologí­as innovadoras, productos y comunidades saludables», será inaugurado por el vicepresidente de la Comisión y comisario europeo de Industria y Empresa, Gí¼nter Verheugen, y por su homóloga de Polí­tica Regional, Danuta Hí¼bner.

En ese marco, se expondrán ideas y modelos para el mejor desarrollo de las economí­as locales mediante el fomento de la I D (Investigación Desarrollo), justamente en un momento en el que los 27 se concentran en avanzar, fundamentalmente, por la senda de las energí­as renovables.