La Embajada de los Estados Unidos, dentro del famoso concepto “Embajadores del Jazz”, tuvo a bien traer a Guatemala, la semana recién pasada, a la banda “Native Jazz Quartet”, conformada por Jason Marsalis, vibráfono; Christian Fabian, contrabajo; Edward Littlefield, batería y Reuel Lubag, piano.
La historia de los “Jazz Ambassadors” comienza en el año de 1955 cuando el congresista Adam Clayton Powell, Jr. sugirió al Departamento de Estado que se enviara al trompetista Dizzy Gillespie a diversas partes del mundo como representante de buena voluntad, propuesta que fue aceptada por el entonces Presidente Dwight D. Eisenhower, quien decidió dar apoyo a la música de improvisación artística, designando a eminentes músicos de Jazz con la finalidad de llevar mensajes de igualdad social, entendimiento, armonía y paz, poco después de la Segunda Guerra Mundial y durante los momentos más tensos de la ‘Guerra Fría’. También fueron nombrados como “Embajadores del Jazz” Louis Armstrong, Duke Ellington, Paul Desmond, Dave Brubeck y Clark Terry. En la actualidad, el legado de los “Jazz Ambassadors” sigue vivo, gracias a los programas “American Music Abroad” y “American Voices”, adscritos a la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de los Estados Unidos. El objetivo esencial de la banda “Native Jazz Quartet” es promover la diversidad cultural. Así, Jason Marsalis es afroamericano; Christian Fabian de ascendencia sueco-alemana; Reuel Lubag es filipino y Edward Littlefield pertenece a la tribu ‘Tlingit’ de Alaska. Otro aspecto muy importante para ellos ha sido interactuar con estudiantes y maestros de música de los lugares que visitan, para establecer lazos de amistad y lograr un intercambio musical variado, libre y colmado de improvisación artística. Aquí en Guatemala, entre sus múltiples actividades, realizaron un excelente ‘taller’ en la Escuela Municipal de Música, en el que participaron estudiantes que demostraron su habilidad para improvisar con sus instrumentos musicales. Luego, el miércoles 2 de abril por la tarde ‘NJQ’ se presentó en el Paraninfo Universitario de la Universidad de San Carlos, donde interpretaron a ritmo de Jazz, piezas con temas de sus lugares de origen, que me hicieron recordar la famosa frase del maestro Duke Ellington: “La música es tan antigua como moderna”. El jueves 3 de abril de 2014 ofrecieron un estupendo concierto en el “Teatro Dick Smith del IGA” para culminar el ‘14 Festival Internacional de Jazz’. Aquí expresaron con soltura y estilo su libertad artística, colectiva y personal, en comunicación y admiración mutuas. Sobresalió la pieza titulada “Mar Emergente”, inspirada en el “Diluvio Universal”. Aquí el cuarteto, con ímpetu y energía, se convirtió en un sistema sonoro vital, expresando apasionados sentimientos. Del vibráfono brotaron notas armoniosas e intensas, junto con el sonido alto y claro del contrabajo, y la continuidad del piano. Con sus tambores y címbalos, la batería parecía armar y desarmar un rompecabezas de sonidos, al estilo de Art Blakey. Como muestra de admiración a la banda ‘NJQ’, he creado para ellos mi poema que titulé “Ramaje Universal” que dice: “Frondosos ramajes/ de raíces ancestrales/ resuenan junto al viento/ invenciones musicales./ Recorren por sus hojas/ armoniosas historias/ cadenciosas y sonoras/ llevando transitando/ leyendas y semblanzas/ de tiempos muy antiguos./ Mitigada el alma mía/ brota surge el infinito/ espiral de la clepsidra/ caminar de las fronteras./ Himnos custodiados/ resonancias naturales/ voz del Sol canto de Luna/ Norte-Sur/ Este-Oeste./ Conjugadas pulsaciones/ en compases renacientes/ voladizos caprichosos/ que expanden todo ensueño/ en días sensoriales/ emergente mar-océano/ luz de las estrellas.”