La novel cineasta mexicana Natalia Beristáin debutará en la próxima edición del Festival de Cine de Venecia, con su ópera prima «No quiero dormir sola», que contiende por el llamado «León del Futuro» en la sección de la Semana Internacional de la Crítica.
Beristáin espera que su cinta se imponga en la oleada de películas realizadas por mujeres y contribuya a «refrescar» verdaderamente la escena del cine mexicano.
«No es nada más el boom de las mujeres, creo que cada vez es más común ver primeras películas y segundas películas», dijo la directora el lunes en una rueda de prensa en la que se anunció la participación del filme en el Festival de Cine de Venecia, que se realizará del 29 de agosto al 8 de septiembre.
«Todo el tiempo estamos conociendo nuevos cineastas, estamos conociendo nuevas voces, que además están perdurando. Eso es la nueva ola y lo que viene a refrescar al cine mexicano», agregó.
«No quiero dormir sola», realizada en su mayoría por mujeres, es la única película latinoamericana de la sección dedicada a óperas primas en Venecia y con otras seis producciones por la presea Luigi de Laurentiis y un premio del público.
«No pensé en ninguno de los dos géneros. Era más bien hablar desde mi perspectiva esperando que funcionara y gustara. Cada uno conecta de distinta manera con los personajes», indicó Beristáin sobre su tendencia femenina en la cinta, mientras que precisó «hay una cosa que ha funcionado bien con los hombres», pues se identifican con la protagonista.
El guión de la cinta, a exhibirse oficialmente el 5 de septiembre, fue escrito por Beristáin y Gabriela Vidal, quienes retomaron algunos aspectos de la vida de la directora y su abuela paterna.
La historia gira entorno a Amanda, interpretada por Mariana Gajá, una joven que sólo puede conciliar el sueño cuando está con un hombre, cuya vida cambia cuando tiene que cuidar a su abuela Dolores, una actriz retirada sumida en el alcoholismo a quien encarna la experimentada Adriana Roel.
«Me sirvió más como un punto de partida, para ficcionar, en lugar de que sea mi autobiografía», precisó la directora de 31 años.
Para Gajá, las oportunidades de que la cinta sea vencedora radican en el «poder femenino» de la producción y la fuerza del guión contemplado para actores teatrales.
«Es un guión para actores … porque está de moda trabajar con el no actor en el cine. Natalia todavía tiene fe en estos animalitos teatrales, viscerales, que somos los actores», dijo Gajá.
«Tiene una mirada femenina muy fuerte», agregó Gajá. «Le tengo mucha fe y mucha esperanza, porque es una película muy entrañable, intima, que habla de cosas muy profundas», apuntó la actriz.
Para Roel, la visión de una novel realizadora le permitió volver al cine y reflexionar sobre la vejez con su papel.
«Es un personaje muy fuerte, lo enfrenta a uno a muchas cosas, emociones y sentimientos», expresó la ganadora de un Ariel.
«Poder enfrentar esa problemática desde distintos puntos de vista, desde distintas circunstancias es algo que lo confronta a uno», agregó actriz de 78 años, quien tras el rodaje quedó motivada «a seguir luchando, a seguir activa en mi profesión».