Narco muestra poder intimidador


Policí­as mexicanos realizan los peritajes en un bus que fue incendiado, en un ataque vinculado a grupos de narcos. FOTO LA HORA: AFP Agencia MVT - Crisanta Espinosa

Unas 200 personas fueron asesinadas en menos de una semana en México en la más fuerte oleada de violencia desde que en 2006 asumió la presidencia Felipe Calderón, quien atribuyó la escalada a pugnas de los cárteles de las drogas y a los «golpes» que les ha propinado su gobierno.


Este miércoles cinco policí­as fueron secuestrados en su domicilio y luego ejecutados en Apodaca, en el área metropolitana de Monterrey (norte), tercera ciudad del paí­s. El martes, un choque de militares con pistoleros se saldó con 15 muertes en Taxco, poblado histórico 170 km al suroeste de Ciudad de México.

La crudeza de la violencia llevó a Calderón a dar un mensaje televisivo a la nación, la noche del martes, en el que intentó explicar la situación.

«Hemos propinado golpes importantes a todos los cárteles sin excepción. Esto ha generado división entre las bandas criminales, por esa razón, pero sobre todo, por sus tradicionales rivalidades y las guerras entre ellos se han generado ejecuciones violentas», manifestó.

Calderón llamó a sus conciudadanos y en especial a las autoridades locales a sumarse a lo que dijo «no es sólo la lucha del Presidente, sino de todos los mexicanos, y en particular de aquellos que tenemos la responsabilidad pública».

El presidente ha hecho del combate al crimen organizado el eje de su gobierno para lo cual ha desplegado más de 50.000 militares, aunque sin frenar una violencia que ya suma más de 23.000 muertos desde que llegó al poder en 2006.

Los hechos violentos de la última semana se han repartido en toda la geografí­a mexicana pero los más graves se han concentrado en cuatro estados sobre el Pací­fico: Sonora, Nayarit, Michoacán y Guerrero; y en dos del norte y noreste: Chihuahua y Tamaulipas.

En el Pací­fico tiene fuerte presencia el cártel de Sinaloa de Joaquí­n «El Chapo» Guzmán, el capo más buscado por Estados Unidos, y sus grupos aliados que también disputan el control de plazas en Chihuahua al cártel de Juárez. Tamaulipas, en tanto, es considerado feudo del grupo narcotraficante de «Los Zetas».

La escalada violenta se desató la noche del 10 de junio con un ataque a un centro de rehabilitación de drogadictos en la capital de Chihuahua, por pistoleros de «Los Aztecas», una banda vinculada al cártel de Juárez, que dejó 18 muertes.

Desde entonces los ataques violentos se suceden a diario, incluyendo acciones temerarias como una emboscada a una caravana policial el lunes en una carretera de Michoacán (noroeste) que dejó 12 muertos y atribuida por el gobierno al cartel de «La Familia».

Ese mismo dí­a 28 presos, casi todos pertenecientes a «Los Zetas», murieron en un penal de Sinaloa, en un ataque atribuido a sus rivales al servicio de «El Chapo».

Pero además comandos realizaron sangrientos recorridos dejando un reguero de muertos en las calles de dos ciudades: Madero, en el estado de Tamapulipas (20 muertes) y en Nayarit (30).

El gobierno de Nayarit anticipó el fin del curso escolar en tres semanas, ante rumores de nuevos posibles ataques del crimen organizado en las calles. La orden se dio «para que las niñas y los niños estén en su casa y nosotros podamos actuar», dijo este miércoles el gobernador, Ney González.

No existe un balance nacional formal sobre las cifras de muertos, pero los recuentos que actualiza casi a diario la prensa, basado en reportes de fiscales y autoridades locales, coinciden en señalar estas como las jornadas más violentas del gobierno de Calderón.

«Han sido los dí­as con mayor violencia en el sexenio, pero es un nivel de escalamiento que ha sido continuo desde el año 2003. Esto se pronosticaba en los cálculos de cómo se estaba comportando la violencia en el paí­s», comentó a la AFP ví­a telefónica el ex fiscal y consultor en seguridad Samuel González.

Para el experto, aunque la ola de violencia no se puede relacionar directamente con los comicios regionales del 4 de julio, en que se elegirán 12 gobernadores, si podrí­a tener un efecto de castigo para el conservador Partido Acción Nacional (PAN) del presidente.

«Hemos propinado golpes importantes a todos los cárteles sin excepción. Esto ha generado división entre las bandas criminales, por esa razón, pero sobre todo, por sus tradicionales rivalidades y las guerras entre ellos se han generado ejecuciones violentas.»

Felipe Calderón

Presidente de México