Naomi brilla en la London Fashion Week


La célebre modelo Naomi Campbell, la «Diosa de í‰bano», ha vuelto a brillar en las pasarelas, ahora en la Semana de la Moda en Londres.


Naomi desfiló modelando creaciones de la marca Issa, que presentó su más reciente colección Primavera/Verano 2010 en Somerset House.

Campbell apoyó a la diseñadora Daniella Helayel, quien señaló que la pasarela fue salvada por su presencia.

La modelo brilló con un traje de baño, un vestido floral y otro en blanco negro, prendas con las que mostró, que a sus 40 años, no tiene nada que pedirle a las jóvenes modelos actuales.

Campbell es de la misma temporada de grandes modelos como Claudia Schiffer, Kate Moss, Linda Evangelista y Cindy Crawford.

También el diseñador británico Matthew Williamson efectuó un sonado regreso este domingo a la London Fashion Week para celebrar con una propuesta muy sofisticada el 25º aniversario de la pasarela británica.

Williamson, que hasta ahora presentaba sus creaciones en la más prestigiosa cita de Nueva York, fue junto con Antonio Berardi, Burberry y otros, uno de los grandes nombres de la moda británica que no quisieron perderse los festejos en la plataforma que les lanzó a la fama.

«Es sensacional que vuelva a Londres», declaró a la AFP la veterana modelo británica Twiggy. «Â¡Ojalá pudieran volver todos! Aquí­ es de donde salieron, aquí­ es donde estudiaron», agregó esta mujer de 60 años considerada como la primera «supermodelo» de la historia.

«Me encanta él y creo que sus diseños son maravillosos porque son muy femeninos y me fascinan sus colores vivos. A menudo los desfiles son negro, gris y crema, y cuando ves a Matthew haces ¡oooh!», agregó con entusiasmo.

El diseñador de 37 años, conocido sobre todo por sus coloridas túnicas estampadas de estilo bohemio-hippy (boho) ibicenco, prometí­a para esta primavera/verano una colección dirigida «a una mujer, no una jovencita», y no defraudó a los centenares de personas que acudieron al edificio de correos desafectado del centro de Londres donde organizó su desfile.

Sus prendas siguen siendo fluidas, pero mucho más estructuradas, y los estampados, aunque no desaparecen, ceden el protagonismo a los colores metalizados –que van del bronce al menta–, y a los bordados hechos con pedrerí­a y otros abalorios que adornan vestidos, chaquetas, shorts y hasta trajes de baño.