Tras cuatro meses fuera del circuito el unquillense David Nalbandián se consagró campeón del Abierto de tenis de Washington, en Estados Unidos, tras vencer en la final al chipriota Marcos Baghdatis en sets corridos por 6-2 y 7-6 (4).
Nalbandián se impuso en dos horas de juego y ganó un certamen después de un año y ocho meses, ya que su último éxito se dio en Sydney 2009.
De esta manera, el cordobés consiguió su undécimo título en el circuito ATP y el primero en los Estados Unidos. Además, a partir de mañana, estará entre los primeros 50 jugadores del ránking mundial, luego de haber comenzado el Abierto de Washington en el escalafón 117.
La última participación de Nalbandián en el circuito había sido en abril último, en el torneo de Montecarlo, sobre polvo de ladrillo, cuando se despidió en cuartos de final al caer contra el serbio Novak Djokovic por 6-2 y 6-3.
Luego, en julio, fue una pieza fundamental para que el equipo argentino de Copa Davis le ganara en Moscú a Rusia y clasificara a las semifinales del certamen internacional.
En el certamen de Washington, preparatorio para el Abierto de los Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada, el unquillense desplegó un buen nivel, acorde a sus mejores épocas, y llegó a la final tras derrotar al estadounidense Rajeev Ram (153), los suizos Stanislas Wawrinka (23) y Marco Chiudinelli (63), el francés Gilles Simon (33) y el croata Marin Cilic (13).
La definición lo cruzó contra el chipriota Baghdatis, un rival que llegaba con un historia de 3-1 arriba sobre Nalbandián.
El partido comenzó con un cordobés arrollador y siendo protagonista del encuentro, como lo fue ante todos los rivales que enfrentó en el cemento estadounidense. Nalbandián quebró el primer servicio del cotejo del chipriota (sin ceder un punto) y sacó rápidamente una ventaja de 2-0. Fiel a su estilo de manejar los hilos, el unquillense complicó a Baghdatis con sus tiros precisos al fondo de la cancha y en 32 minutos de juego se llevó la primera manga por 6-2, luego de también adueñarse del saque del rival en el séptimo game.
El segundo set se tornó distinto a como había sido el primero, ya que Baghdatis arriesgó y mejoró en su rendimiento, ante un argentino que sintió seguramente el desgaste físico del torneo y bajó la intensidad.
Así las cosas, se repartieron quiebres y los errores de Nalbandián, al arriesgar con tiros ganadores más de la cuenta, le permitieron al chipriota mantener la esperanza de lograr empatar el partido.
El game decisivo fue el cuarto, en el que tardaron en destrabar la paridad, y se lo llevó el argentino, quien tomó confianza a partir de ahí para conseguir la victoria. Los dos continuaron sin sacarse diferencias (el unquillense quebró en el quinto juego y Baghdatis en el sexto) y llegaron a definir el set en tie break.
En la definición del período, Nalbandián fue contundente y se la llevó 7-4 para ponerle el broche de oro a su actuación en el certamen.
De esta manera, Nalbandián volvió a posicionarse en las primeras planas del tenis para lograr llegar de la mejor manera posible al Abierto de los Estados Unidos y al choque de semifinales por Copa Davis ante Francia, en la ciudad de Lyon.
Este logro en Washington fue el undécimo en la carrera de Nalbandián en el circuito de ATP, ya que anteriormente consiguió los torneos de Sydney 2009, Estocolmo y Buenos Aires 2008, París y Madrid 2007, Estoril 2006, Masters y Munich 2005 y, Basilea y Estoril 2002.
Al dirigirse a su equipo durante la ceremonia de premiación, Nalbandián recordó que habían pasado momentos muy difíciles en el año y medio que tuvo que enfrentar la cirugía y su lesión. «Hay que disfrutar este momento», dijo.
Nalbandián, finalista en Wimbledon en 2002, está de vuelta en el circuito y listo para dar batalla a sus oponentes. A Baghdatis le quebró cuatro de los primeros siete servicios.
«Si sigue jugando así puede derrotar a varios ubicados en los primeros 10 puestos del mundo», afirmó Baghdatis.
«Logra poner mucha presión con su devolución», dijo Baghdatis, que se torció el tobillo izquierdo en las semifinales el sábado y dijo que sentía algo de dolor al comienzo de la final.