¿Naí¯f?



El término naí¯f surgió en la plástica como un concepto peyorativo, que en sus inicios designó a un tipo de pintura sin escuela, por lo que muchas veces se le relacionó con la ingenuidad, la torpeza del trazo, entre otros rasgos.

Cuando surgen los primeros pintores indí­genas de Guatemala, debido a su autodidactismo y su estética ajena al eurocentrismo, se les clasificó inmediatamente como naí¯f, o su equivalente en español, primitivistas.

A pesar de que estos términos son peyorativos, estos pintores se apropiaron de la clasificación con la que fueron etiquetados, y reformularon la definición, para que primitivista sea, ahora, un estilo caracterí­stico de Guatemala.

A lo largo de la historia del arte, la dialéctica que ha existido entre las generaciones ha provocado que la generación imperante rechace a la nueva; la mayorí­a de veces, se inventaron epí­tetos peyorativos para clasificar a los nuevos artistas.

Así­ es como surgió el término gótico (que, en su inicio significó «arte de los visigodos») para decir que estos artistas poseí­an una estética muy «antigua»; del mismo modo «romántico» (que significaba «el que regresaba a los tiempos del arte románico»), debido a que éstos estaban en busca constante del pasado.

Más recientemente, en la literatura, el boom hispanoamericano surgió a manera de burla, ya que se creí­a que únicamente era una estrategia publicitaria de las editoriales españolas y francesas para impulsar libros de los novelistas hispanoamericanos.

Actualmente, el término posmoderno es aún usado en forma peyorativa por quienes defienden el «arte comprometido». En todos los casos, la supuesta burla se convirtió en la tendencia predominante del arte.

En este número del suplemento cultural, presentamos una muestra del supuesto arte «primitivista», que, como se verá, ya no es tan «naí¯f»