La figura de Rafael Nadal como estrella del tenis mundial emergió en una final de la Copa Davis disputada hace siete años en el mismo escenario en el que España se medirá con Argentina a partir del viernes.
En 2004, Nadal tenía 18 años y apenas era una joven promesa. España se enfrentaba con Estados Unidos por la Ensaladera de Plata en una cancha de arcilla habilitada en el estadio Olímpico de La Cartuja, en Sevilla.
Los tres capitanes del equipo español, liderados por Jordi Arrese, tomaron una decisión arriesgada. El casi desconocido Nadal fue elegido para jugar un sencillo frente al entonces número dos del mundo y primera raqueta estadounidense Andy Roddick.
«Vinieron los tres capitanes a mi habitación y yo estaba solo», relató recientemente Nadal en una entrevista en el diario Marca. «Me costó dormir esa noche y me sorprendió su decisión».
«De repente, me veía el primer día contra el número uno de Estados Unidos», añadió.
Pero Nadal se olvidó de los nervios y del ránking. Y derrotó a Roddick en un partido épico por 6-7 (6), 6-2, 7-6 (6), 6-2. En la última jornada, Carlos Moyá dio a España el punto definitivo de la serie y el título.
Las crónicas de aquel Nadal-Roddick ya elogiaban la zurda del español, su descaro, una potencia física que le permitía llegar a bolas imposibles y la incontenible alegría de un adolescente, que festejaba cada punto como una victoria.
«Era muy joven, más inexperto, más inseguro, pero un competidor nato», recordó Moyá, líder del equipo español en 2004, sobre la figura de Nadal. «En aquella final demostró que era diferente a los demás y apuntó lo gran jugador que ha sido luego».
Desde la final de Sevilla, el nombre de Nadal empezó a estar en boca de todos. En 2005, ganó su primer Roland Garros, iniciando un dominio sobre polvo de ladrillo que todavía perdura en el tiempo.
Había nacido una estrella.
«Son recuerdos bonitos. La final de 2004 fue una de las victorias que siempre voy a recordar para toda la vida», admitió Nadal el jueves en rueda de prensa. «Fue donde probablemente la gente me empezó a conocerme un poco más».
«Fue una victoria importantísima para mí. Lo que se vivió aquí, el ambiente… Fue algo muy especial», agregó.
Desde entonces, Nadal ha sido número uno del mundo y suma 10 títulos del Grand Slam. Sus duelos con Roger Federer, como la final de Wimbledon del 2008, viven en el recuerdo de muchos aficionados.
Nadal ganó su sexto Roland Garros esta temporada. Pero no fue un año fácil para el español.
El serbio Novak Djkovic lo destronó de la cima del ránking y lo derrotó en todas las finales en las que se enfrentaron, incluido Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos.
Nadal admitió estar afectado por las derrotas. La Davis, dijo, es la mejor manera de terminar la temporada con un «buen sabor de boca».
«Espero al mejor Rafa (Nadal) para este fin de semana», dijo Moyá. «El siempre ha valorado mucho la Copa Davis, se ha involucrado muchísimo. Es un grandísimo líder, un jugador que te asegura casi siempre dos puntos por eliminatoria».
La victoria no sólo daría a España su quinta Ensaladera, sino también ayudaría a Nadal a recuperar algo de la confianza perdida. La misma confianza que ganó en la caldera de La Cartuja en aquella serie de 2004.
«Por suerte estoy aquí siete años después, con unos resultados que yo no había podido soñar ese día. Ahora hay que intentar repetir lo que pasó en 2004», aseguró.
Nadal y Mónaco
Rafael Nadal se enfrentará con Juan Mónaco en el primer partido de la final de la Copa Davis entre España y Argentina, mientras que David Nalbandian fue reservado para el dobles un día después, según el sorteo celebrado el jueves en Sevilla.
Nadal, segundo del ranking mundial y primera raqueta española, abrirá el viernes (13 GMT) la lucha por la Ensaladera de Plata ante Mónaco en la cancha de arcilla habilitada en el estadio Olímpico de la Cartuja, donde se espera la asistencia de casi 28.000 espectadores.
A continuación, la primera raqueta argentina Juan Martín del Potro se medirá con el número dos de España, David Ferrer.
Los contendientes elegidos por los capitanes de ambos equipos pueden ser sustituidos hasta una hora antes de los encuentros.
En ese sentido, Nadal dijo en rueda de prensa que todavía está por verse si tendrá que medirse a Mónaco o si el capitán argentino Tito Vázquez está escondiendo la carta de Nalbandian.
«Veremos si juega Mónaco. Hasta mañana (viernes) pueden cambiar. Me iré a dormir pensando que puedo jugar contra Mónaco o Nalbandian», señaló Nadal en rueda de prensa, en la que subrayó la importancia de comenzar la eliminatoria con una victoria.
«Creo que juegue Rafa (Nadal) el primer partido tranquiliza al equipo», admitió el capitán español Albert Costa.
El emparejamiento de dobles también quedó definido en el sorteo celebrado en el teatro Lope de Vega de Sevilla. El capitán argentino eligió a Nalbandian y Eduardo Schwank, mientras que España pondrá en juego a la pareja formada por Feliciano López y Ferrer.
Nadal y Del Potro se enfrentarían el domingo en el cuarto partido de la serie. El quinto punto lo dirimirían, de ser necesario, Ferrer y Mónaco.
Antidopaje
El capitán del equipo argentino Tito Vázquez criticó hoy el control antidopaje realizado por la madrugada a sus jugadores en la víspera de la final de la Copa Davis frente a España.
«Lamentablemente, era día de descanso y no hemos descansado», dijo Vázquez en rueda de prensa. «Me parece un poco fuera de lugar. Se podría esperar un poco al día anterior o en otro momento».
Vázquez dijo que despertaron a los tenistas David Nalbandian, Juan Mónaco y Juan Martín del Potro a las 6.30 de la mañana para someterlos a un control sorpresa.
Preguntado por lo ocurrido a sus rivales, el tenista español Rafael Nadal aseguró que todos quieren un deporte limpio, pero criticó las formas en las que a veces se realizan estas pruebas.
«Todos queremos un deporte limpio», señaló Nadal. «Pero las formas y el sistema dejan que desear».