Nadal IX escribe otra página en la historia del tenis


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El español Rafael Nadal marcó ayer otro hito en la historia del tenis al vencer al serbio Novak Djokovic por 3-6, 7-5, 6-2 y 6-4 y conquistar su noveno Abierto de Francia en un partido en el que los dos mejores jugadores del momento llegaron al límite físico.

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Por Ignacio Encabo, París, Agencia dpa

Nadal igualó así los 14 títulos de Grand Slam del estadounidense Pete Sampras -ya sólo tiene por delante los 17 del suizo Roger Federer- y se aseguró continuar como número uno del mundo al romper en París una racha de cuatro derrotas seguidas ante Djokovic.

El serbio, golpeado por el intenso calor que azotó la capital francesa desde primera hora de la mañana, sucumbió en el «reino» de Nadal y deberá esperar al menos hasta 2015 para ganar Roland Garros, el único Gran Slam que se le resiste.

El español, único tenista de la historia en ganar nueve veces el mismo grande, se llevó en tres horas y 31 minutos un partido que no ofreció tregua.

Nadal superó los cuatro Abiertos de Francia seguidos del sueco Björn Borg, que le entregó después la Copa de los Mosqueteros, y levantó su título número 45 sobre polvo de ladrillo, quedándose a uno del récord del argentino Guillermo Vilas.

«En un partido como este cada punto es crucial. Jugar con Novak siempre es un reto. Había perdido con él las últimas cuatro veces. Si le gano es porque juego a mi límite», dijo Nadal, de 28 años y que se embolsó 1,65 millones de euros (2,25 millones de dólares) con el título 64 de su carrera.

El español jugó el cuarto set con fuertes calambres -«O se terminaba (en ese momento) o perdíamos», dijo después Toni Nadal, su tío y entrenador-, mientras que el físico de Djokovic también sufrió el castigo de los 28 grados y la alta humedad.

«Es la final que más he sufrido. Había momentos que me sentía muy vacío, muy cansado. Estaba realmente mal, muy al límite físicamente. La ilusión, la motivación, las ganas de ganar te mantienen en la pista», explicó Nadal. «El cambio drástico (de las temperaturas) nos afectó».

«Es un día muy emocionante para mí. Perdí en Australia con un problema en la espalda. Hoy el tenis me devolvió lo que me quitó. Es inolvidable para siempre», recordó Nadal la decepción del primer grande del año.

«Después de lo de Australia no me sentía fuerte. Desde hace un mes sentí que la mentalidad estaba ahí otra vez, la motivación estaba ahí».

Campeón por primera vez en París en 2005, Nadal sólo perdió una vez en toda su carrera sobre arcilla al mejor de cinco sets, en los octavos de final de Roland Garros en 2009. Desde entonces acumula 35 triunfos seguidos sobre el polvo de ladrillo francés.

Djokovic, que continuará como segundo del ranking, perdió la oportunidad de dar un golpe de proporciones gigantescas: el serbio buscaba conquistar su primer Roland Garros, ganar el único título de Grand Slam que falta en sus vitrinas y propinar a Nadal su segunda derrota sobre el polvo de París.

«Los últimos dos años jugamos grandes partidos. Lo siento por Novak», dijo Nadal, convencido de que Djokovic ganará alguna vez en París. «Estoy seguro de que lo hará en el futuro», explicó el español en «su» pista después de su duelo número 42 contra el serbio, el partido más repetido en la era abierta.

Djokovic, campeón de seis grandes, se rindió después ante la fortaleza de Nadal. «Es mejor jugador en los momentos cruciales. Es impresionante cómo juega en esta pista», explicó el tenista que perdió ya cuatro finales de Grand Slam con Nadal.

«Ser tan apreciado por el público me da la fuerza y la motivación para volver e intentar al menos ganar un título (en Roland Garros) en mi carrera», añadió Djokovic sobre su sueño de cerrar el círculo de los Grand Slams.

Aunque comenzó mejor que el español, el número dos terminó siendo arrollado en la cancha Philippe Chatrier por un Nadal empeñado en liderar todas las estadísticas en su superficie favorita.

La igualdad marcó el tramo inicial del partido y ninguno cedía ni un metro en la cancha al servicio. Cuando el reloj marcaba los 35 minutos llegó la primera oportunidad de break del duelo. Nadal salvó la primera, también la segunda, pero no pudo con una tercera que puso el primer set en bandeja para Djokovic.

Con 5-3 a favor, el serbio salvó dos pelotas de quiebre antes de gritar a su palco, donde sus entrenadores Marian Vajda y Boris Becker celebraban el primer parcial.

A partir de ese momento la derecha de Nadal comenzó a mandar. Y cuando eso sucede, el rival de enfrente poco puede hacer. Tras unos momentos de nervios -en los que ambos entregaron su saque-, Nadal cerró el segundo set con otra derecha ganadora seguida de un sonoro «¡vamos!».

El rostro de Djokovic sentado en la silla, con las mejillas rojas y gestos de fatiga, daba buena cuenta del calor que hacía en la cancha. El termómetro marcaba 28 grados, sumados a un 50 por ciento de humedad en pista. El serbio, que ya sufrió un golpe de calor en las semifinales, intentaba calmar su ardiente nuca con unas toallas llenas de hielos.

Nadal aprovechó el agobiante calor para forzar al límite a Djokovic, al que le ganó cinco juegos consecutivos para cerrar el tercer set por un contundente 6-2 y acariciar su novena corona.

El serbio comenzó a dudar y sólo aguantó el ritmo que impuso con primeros servicios. Cuando dejaron de entrarle, se terminó el partido para Djokovic, autor de incontables errores no forzados en el último tramo de partido, algo inusual en él.

Para colmo, el serbio cerró el duelo con una doble falta y Nadal se arrodilló en el piso de París por novena vez en diez años.

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Se mantiene como número uno  

Montecarlo,
Agencia dpa

El español Rafael Nadal aparece hoy una semana más al frente del ranking mundial de la ATP tras conquistar ayer su novena corona en el Abierto de tenis de Francia.

Una derrota en la final ante el serbio Novak Djokovic hubiera desplazado al español al segundo lugar del ranking, pero Nadal volvió a prevalecer en París, donde sólo perdió un partido en su carrera.

Nadal suma 12.500 puntos y aventaja por 170 a Djokovic, que sigue sin poder consagrarse en el Grand Slam sobre arcilla.

El español, que tiene previsto jugar esta semana en Halle, tendrá la posibilidad de estirar su ventaja en una gira sobre césped en la que no defenderá puntos tras caer el año pasado en la primera ronda de Wimbledon.

El español David Ferrer, en tanto, cayó del quinto al séptimo lugar tras su derrota en cuartos ante Nadal y al no poder defender la final alcanzada en Roland Garros en 2013.