El pueblo de Yol estaba situado al norte de Manché en el límite con los Itzá. El padre dominico Francisco Morán recorrió la región intentando que los indígenas aceptaran la religión cristiana.
En aquella lejana época colonial los territorios de Chiapas, Soconusco y Belice formaban parte de la Capitanía General de Guatemala.
Los nativos del Manché sostuvieron guerras con los Ajica, siendo estos últimos muy superiores en número.
Los manchés tuvieron un calendario de 365 días.
Recordemos que el padre Domingo Vico murió como un mártir en las Veparaces, cuando realizaba su obra misionera.
El papa Paulo III en un Breve declaró a los nativos seres racionales que pueden perfectamente recibir la doctrina.
Los escritos de Tovilla caminando por aquellas regiones, con lluvias y ríos crecidos, por Cahabón y otros lugares, nos da una idea de lo difícil que era para los padres, soldados españoles y pueblos indígenas, ganando hoy y perdiendo mañana en los enfrentamientos de guerras en donde los invasores al final desplazaron a los indígenas de sus tierras y de su propia libertad.
Hacia finales del siglo XVII se realizó la conquista de El Petén, específicamente la nación de los Itzaes, en 1697, quienes abandonaron su isla en el lago Petén Itzá. Así que los españoles entraron en una ciudad desierta. En las orillas del lago había millares de varas de flechas. Los indígenas de todas edades se lanzaron a nado huyendo hacia la selva.
Martín de Urzúa conquistó la región comprendida de Yucatán al lago Petén Itzá en tanto Melchor de Mencos caminó de Cahabón al lago mencionado. La apertura de los caminos de Cobán a Yucatán fue una obra sumamente difícil. En invierno se cerraban los caminos y eran muchos los árboles caídos.
Al norte del actual Huehuetenango fue fundado el presidio de Nuestra Señora de los Dolores del Lacandón, el que fue trasladado en dos ocasiones. En la isla del lago Petén Itzá quedó fundado el presidio de los Remedios del Petén, el que tuvo una existencia muy accidentada en el siglo XVIII.
La nación de los Choltíes existió en donde hoy es Izabal, también se extinguió.
En gran medida las epidemias y traslados por la fuerza de climas cálidos a fríos tuvo que ver con la drástica disminución poblacional.
Las reales cédulas expresaban que las reducciones y pacificaciones entre Yucatán, Campeche, Tabasco y Guatemala, de los indígenas «gentiles», se hiciese por medios pacíficos.